La reunión, que tendrá lugar el próximo sábado, a las 10.30, en la parroquia Nuestra Señora de Fátima (Guiraldes 500 bis), es organizada por Vecinos Autoconvocados contra la Contaminación Agrotóxica (Vacca).
Por Jorgelina Hiba
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La reunión, que tendrá lugar el próximo sábado, a las 10.30, en la parroquia Nuestra Señora de Fátima (Guiraldes 500 bis), es organizada por Vecinos Autoconvocados contra la Contaminación Agrotóxica (Vacca).
Además, desde ese colectivo planean manifestarse el jueves 12 frente a la sede local del Ministerio de Medioambiente de la provincia, "para entregar cientos de firmas" de un petitorio a través del cual piden a las autoridades del área que accionen "para que cese la contaminación".
"Hemos convocado a una reunión de vecinos y multisectorial para tratar la grave situación que vivimos vecinos de la zona sureste de la ciudad como producto de las nubes de polvillos y cascarillas que se derraman en nuestros barrios, provenientes de la carga de cereal en las unidades VI y VII del puerto de Rosario; una situación que en los últimos meses se ha vuelto más que intolerable", dice el comunicado difundido por Vacca.
Los vecinos sostienen que "según estudios realizados en distintos lugares del país, esos residuos están altamente contaminados por veneno residual de agrotóxicos, como glifosato y otros utilizados en la producción del cereal".
También afirmaron que el funcionamiento de esos silos de gran porte (son 180 silos que cargan simultáneamente dos barcos en sus muelles, con una capacidad de carga de más de 230.000 toneladas por día de cereal) "provoca un gran impacto ambiental y atenta contra la salud de decenas de miles de rosarinos".
El objetivo de la convocatoria es sumar voluntades para poder presentar un petitorio "que alerte sobre esta situación". Para eso, desde Vacca esperan "contar con la presencia de distintos actores sociales y políticos como sindicatos, docentes, médicos, partidos políticos y demás organizaciones, para que se interioricen de este grave problema".
Movilizados
No es la primera vez que quienes viven en esa zona se movilizan y reclaman por la operatoria de los puertos, que a diferencia de lo que pasó en otras partes de Rosario todavía siguen funcionando en plena ciudad.
Según afirmaron los vecinos, entre los efectos sobre la salud que provoca el polvillo que largan los silos aparece la irritación de mucosas, alergias varias y problemas respiratorios.
En enero pasado, la operatoria de la unidad VI fue suspendida varios días por la Dirección de Salud y Seguridad en el Trabajo de Santa Fe, tras una inspección que constató "riesgo grave e inminente para la salud y la seguridad de los trabajadores".
En ese momento se suspendieron las tareas en los extremos de cintas transportadoras y en cercanías de todos los tableros eléctricos. Según denunció en esos días el secretario general de la Unión de Recibidores de Granos de la República Argentina (Urgara), Humberto Reinoso, se había detectado fosfina "y otras irregularidades en la planta".