Un cuadro del arquitecto santafesino Ermete De Lorenzi es ahora patrimonio del museo Castagnino + Macro. Se trata de un artista nacido en el siglo XX en El Trébol, hijo de Inmigrantes piamonteses, que supo tener hasta 1945 su estudio de arquitectura en Rosario, nada menos que en Cochabamba 2010, el lugar que luego pasó a ser el taller del artista plástico, Julio Vanzo.
La adquisición del museo es una témpera en color, Sin título, de 1932. "Es rara y bella, geométrica: reúne las características morfológicas que destacaron a De Lorenzi a lo largo de su trabajo como arquitecto. El marco de la obra tiene los vértices que parecen evocar las cornisas de sus edificios", explica el director del Castagnino, Raúl D'Amelio.
La pintura mide 85.5 x 47 cm y fue adquirida por la Fundación Castagnino en la MicroFeria de Arte Rosario en el marco de la 4 ° Quincena del Arte. S erá presentada al público en la sala central del Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino el próximo viernes 29, a las 18, en la segunda jornada de Noche de Museos Abiertos.
"En la obra se ve a una mujer sobre un fondo azul, probablemente haya sido su idea de entender el arte, casi una representación de una partitura clásica de fines de siglo XIX y XX, remite al art decó justamente desde alguien que fue impulsor de ese estilo en esta ciudad ", agregó D'Amelio al referirse a la obra que fue adquirida a la galería Herlitzka + Faría e ingresa al museo como donación del arquitecto Gabriel Redolfi junto a otro importante empresario local anónimo.
En la microferia que tuvo lugar en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC) hace algunos días, se presentó en sociedad la nueva obra del patrimonio. El presidente de la Fundación Castagnino, José Castagnino, la vice, Eugenia Usellini y el galerista que vendió el cuadro, Mauro Herliztka, entre otras personalidades de la plástica local, fueron parte de la presentación.
El maestro de las geometrías
De Lorenzi fue plástico, poeta y músico, ampliamente reconocido como arquitecto. Se lo llamó "el maestro de las geometrías" por su manejo de los volúmenes y la sutileza de las curvas en las plantas de sus edificios. Tuvo estudios en Buenos Aires y en Rosario, donde entre otras obras magníficas dejó como testimonio la casa de sus padres en Córdoba y Dorrego, hoy Museo de la Memoria.
Los entendidos señalan, entre su obra más importante, el edificio redondeado de la compañía de seguros La Comercial de Rosario en la esquina de Córdoba y Oroño, una de las mejores expresiones de la arquitectura moderna en esta ciudad. Pero también está su marca en el edificio del Sanatorio Británico, el Sanatorio Plaza, el de Chaina y Cía (Córdoba 3050) y el Gilardoni (de Rioja y Oroño).
En Buenos Aires llevan su firma el Nuevo Banco Italiano, el Círculo Médico Argentino (actual Centro Cultural Ricardo Rojas), la Municipalidad de Vicente López y las Oficinas Sáenz (actual sede del CPAU).
El trebolense egresó de la Escuela Industrial de la Nación de Rosario en 1918. Se inscribió luego en la Universidad de Buenos Aires para estudiar Ingeniería Industrial, y después de cuatro años de cursar la carrera se pasó a la Facultad de Arquitectura.
En 1927, la Sociedad Central de Arquitectos le entregó el premio Manuel Belgrano, por haber obtenido el mejor promedio de calificaciones. Se recibió de arquitecto en 1927 y enseguida fundó su estudio con Julio V. Otaola y Aníbal Rocca, con quienes habían compartido el Taller de Composición Decorativa de Rene Villeminot.
Se desempeñó como Director de Obras Públicas en la provincia de Santa Fe, miembro de la Comisión Municipal de Cultura, fue uno de los fundadores del Foto Club de Rosario, la Cultural Lírica y el Centro de la Tradición El Hornero. Escribió también libros sobre música y fue también pintor, escultor y dibujante. Por esta faceta hoy, con toda justicia, se vuelve a nombrarlo en la ciudad.