Siempre es un buen momento para ejercitar la memoria y reforzar la reivindicación por los derechos humanos. Por eso, el Centro Cultural Parque de España reabre sus puertas para exhibir dos muestras fotográficas de Nicolás Heredia y Mario Laus, y una entrevista a Virginia Benedetto quienes, desde su lugar, le pusieron el cuerpo a lugares emblemáticos como la Jungla de Calais, en Francia; las cárceles y la revolución feminista que llevan adelante las mujeres kurdas. Se trata justamente los tres lugares que surgen como mundos ocultos para gran parte de la sociedad, pero representan un verdadero modelo para reflexionar y transformar.
La Jugla de Calais, de connotación despectiva hacia quienes vivían allí, era un campamento de refugiados que supo albergar a más de 10 mil migrantes africanos, turcos y árabes, que llegaban a Francia con el objetivo de llegar a Inglaterra. Eran perseguidos, discriminados y reprimidos por las fuerzas policiales del país galo, pese a la tarea de voluntarios y voluntarias a la hora de solidarizarse con los refugiados.
"La Jungla fue el campo de refugiados más grande de Europa occidental, una gran parte de las olas migratorias de Europa convergían ahí y nosotros no estábamos ni enterados. Solo veíamos la problemática del mediterráneo, pero nunca seguimos la historia", reflexiona el fotógrafo y documentalista Nicolás Heredia al contarle a La Capital sobre su documental fotográfico "El reflejo social".
En eso, recuerda que durante el año que estuvo en Francia para retratar lo que había quedado de la Jungla, las ONG peleaban con las autoridades para que los refugiados puedan acceder a derechos esenciales como el agua y el cese de los abusos policiales. "El estado le brindaba solo 7 min de agua cada 15 días para bañarse. Tenían un travesaño con grifos para lavarse los dientes y estaba a 30 centímetros del suelo; tuvieron que luchar más de un año para poder levantar ese grifo a 1 metro del suelo", detalla Heredia.
También las vicisitudes que tuvo que atravesar en sus días en el campamento en la Jungla de Calais. "Teníamos que hacer guardia durante la noche porque la policía llegaba y decomisaba todo lo que los migrantes tenían con ellos, desde zapatillas hasta abrigo. Y les tiraban gas pimienta a las tomas de agua para que no se puedan usar", revela para denunciar que "tanto el migrante como el voluntario, sufren un desgaste psicológico terrible, y muchos de los voluntarios son chicos muy jóvenes".
Explica que el objetivo de quienes pasan por la Jungla no es precisamente quedarse a vivir en Francia sino que el sueño es llegar a Inglaterra. Pero para ello, antes deben sortear un verdadero escollo. "Ellos están ahí porque quieren llegar a Inglaterra, no quieren estar en Francia. Si llegan a cruzar con vida a las islas, les hacen un mapeo facial para buscarlo en las redes sociales. Y si estuvieron antes en Europa no lo dejan pasar, es decir, la única forma es llegar en avión".
"Un perfil en una red es eliminar la posibilidad de que cumplan ese sueño que están dispuestos a morir por segunda vez para cumplirlo. Muchos de ellos, tanto niños como adultos, vieron morir a alguien, o desaparecer o sufrieron alguna clase de tortura", lamenta.
El caso de la reportera gráfica de La Capital es apasionante. Virginia Benedetto pudo retratar y convivir con las mujeres kurdas, símbolo de lucha y bastión mundial feminista pese a la represión turca y la guerra armada contra el Isis. Su entrevista se titula "Ahora que sí nos ven", una frase de cabecera en las movilizaciones de mujeres.
"Ahora que sí nos ven es una frase muy característica en las marchas feministas y tiene que ver con el lugar que las mujeres hemos ganado en la sociedad, en los espacios de trabajo y la visibilización que fuimos teniendo. El lugar de fotógrafa es un espacio que siempre estuvo más destinado a los hombres y las mujeres hemos sabido conquistar. Y además, se enlaza con mi trabajo en Kurdistán, con el movimiento de mujeres kurdas", explica Benedetto con respecto a la entrevista que brindará, basada en su experiencia en Kurdistán con las mujeres kurdas.
En tal sentido, comenta que esas mujeres viven en Medio Oriente donde les son negados un montón de derechos, ya sea por el Estado turco y también por el Estado Islámico, con quien se enfrentan. "A pesar de ese contexto duro que viven día a día, han podido concretar una revolución, es decir, se transformaron en la revolución", destaca la fotógrafa.
Sin embargo, detrás de esas conquistas de derechos por los cuales aún siguen peleando día a día, se esconde una realidad muy cruda. "Antes de poder concretar la revolución en Kurdistán, las mujeres no tenían acceso a la educación, las nenas de 7 años eran obligadas a casarse con mayores de 60 años, existían los crímenes de honor, de modo que cualquier miembro familiar podía asesinarte y ese crimen quedaba en la nada; y la violación era moneda corriente", revela.
Para Benedetto, el objetivo de vivir esa experiencia con las mujeres kurdas es "un símbolo de lucha de todas las mujeres, desde un lugar donde el patriarcado está enraizado de un modo tan profundo, lo cual no quiere decir que acá (en occidente) no exista. Esa revolución tiene un planteo desde el lugar de la mujer como modelo originario de explotación donde el hombre se da cuenta que puede subordinar a los otros seres".
Mario Laus es abogado y fotógrafo. Desde el 1984, cuando visitó junto al grupo de estudiantes de Derecho el penal de Coronda, su vida cambió para siempre. Fue una transformación y otra manera de observar la vida en donde la igualdad y el derecho a las necesidades básicas aún están en deuda.
"La transformación tiene q ver con los limites de lo humano. Nadie es igual cuando vuelve de una guerra o de terapia intensiva o de perder un ser entrañable", reflexiona Laus. Y reseña: "La cárcel es un planeta y mi ensayo fotografico invita a una recorrida, creo que con mucho amor y mucho dolor".
"Me recibí de abogado y me formé en Francia como fotógrafo. Tuve la experiencia de pasar tres años en un sistema de Justicia y Seguridad y también en trabajar en Justicia en Francia", comenta sobre la meta que lo llevó a realizar "En la cárcel", un documental fotográfico que repasa sus visitas a distintos penales.
En ese sentido, señala: "Esperé 10 años para comenzar a difundir parte de este material, con la necesidad de compartir y generar conciencia sobre la problemáticas de las cárceles y de la pérdida de libertad dentro de la regulación de los sistemas sociales".
La muestra en el Centro Cultural Parque de España
Las Galerías se podrán visitar en dos turnos para grupos de 20 personas (respetando el protocolo de cuidados para prevenir el covid19), los siguientes días jueves 21/01, a las 18 y 19; viernes 22/01, a las 18 y 19; sábado 23/01 a las 10 y 11; jueves 28/01, a las 18 y 19; viernes 29/01, a las 18 y 19; y Sábado 30/01, a las 10 y 11.
