A la mezzosoprano rosarina María Florencia Machado este año se le vienen cumpliendo los sueños. Tras haber recibido en Italia, hace poco más de un mes, el "Oscar de la música lírica", ahora ya puede decir que también es profeta en su tierra: acaba de ganar el primer premio del Concurso Internacional de Canto del Teatro Colón, certamen que reunió a 300 jóvenes talentos líricos de todo el mundo hasta llegar a apenas ocho finalistas. Antenoche María Florencia dio lo mejor de sí sobre ese escenario porteño y a sala llena cantó dos arias: "Werther, Werther", de la ópera homónima de Massenet, y "Parto, parto", de "La Clemenza di Tito" de Mozart. Una actuación que le valió el primer puesto y una felicidad que, también en clave dramática, ayer definió como "tremenda".
El Instituto Superior de Arte del Teatro Colón organiza el concurso para premiar a talentos jóvenes de todo el mundo y promover el desarrollo de sus carreras, por lo que las audiciones preliminares se realizan en escenarios tan prestigiosos como el Metropolitan Opera de Nueva York, el Royal Opera House de Londres, el Deutsche Oper de Berlín, el Bolshoi de Moscú y el propio Colón.
María Florencia (29) ya venía teniendo un año agitado: pasó tres meses en Austria, en cuyo Festival de St. Margarethen actuó como Frasquita en la ópera "Carmen" de Bizet. Y mientras cantaba allí, recibió la primera sorpresa fuerte del 2012: haber sido galardonada con el Premio Especial para la Nueva Generación, en el marco de la primera edición de los International Opera Awards, popularmente considerados como los "Oscar de la lírica".
La joven recordó a La Capital que lo curioso es que no se había postulado para ese reconocimiento: el Colón lo había hecho por ella, ya que es un premio que se otorga a instancias de fundaciones de distintos teatros del mundo y en el que finalmente decide, a partir de la conformación de ternas, un jurado internacional.
El 2 de agosto pasado fue a recibirlo al Gran Teatro Giacomo Puccini, una sala al aire libre en la localidad toscana de Torre del Lago donde cantó y compartió la velada con figuras líricas de la talla de Andrea Bocelli.
Entre tanto trajín y brillo, María Florencia se enteró de que había sido seleccionada como semifinalista en el Concurso Internacional del Colón. Los 21 jóvenes debían cantar entre el miércoles y el jueves y ese último día el jurado —de primerísimo nivel— emitiría su dictamen.
De los 21 quedaron ocho artistas (de México, Chile, Rusia, Corea y Argentina). A cada uno le tocaría entonces cantar dos arias. La noche de la definición sería el sábado, con público y en un gran concierto de gala.
María Florencia recordó que subió sexta al escenario. Nerviosa, como siempre antes de empezar, pero segura de que daría "lo máximo" de sí y la mejor versión. "Una adrenalina linda", dice, y a la que asegura que el teatro Colón contribuyó. Luego llegó el veredicto. "Primero anunciaron el cuarto premio, después el tercero, el segundo y ahí yo me dije «ya está, me voy a comer unas pizzas»... pero entonces el presidente del jurado me miró fijo, muy fijo, y yo pensé «no, no puede ser»".
Pero era, nomás: María Florencia Machado, eterna enamorada de Rosario, primer premio internacional en el Colón.