El crecimiento de la violencia en los últimos años no sólo provocó el aumento del consumo de elementos relacionados con la prevención y dispositivos de seguridad, sino también la aparición de negocios para los casos post mortem. En Rosario una empresa ya ofrece servicios de "limpieza de escenas del crimen" desde hace un año. Es la segunda en el país.
Son las 7.30 de la mañana. Dos hombres vestidos con overoles blancos y máscaras antiolores caminan por peatonal Córdoba. Llaman la atención de los escasos transeúntes con los que se cruzan, más aún cuando se detienen a leer los folletos que les entregan: "Limpieza de escenas de crimen, descontaminación y esterilización de áreas críticas", dicen los volantes. Pero, no se trata de una cámara oculta, sino de una empresa rosarina que brinda este servicio.
Por su vestimenta, los dos hombres parecen salidos de la serie Breaking Bad, aunque a una joven memoriosa les recuerdan la comedia dramática Sunshine Cleaning, de 2008, donde dos hermanas desempleadas encuentran una particular forma de ganarse la vida: limpiar las escenas de crimen después de que la policía haya hecho su trabajo (ver aparte).
En este caso se trata de la firma rosarina Biodest, la segunda a nivel nacional dedicada a ofrecer este particular servicio de limpieza, según cuenta Georgina Bilancioni, quien inició este emprendimiento hace aproximadamente un año. "¿Cuál es el costo de estos trabajos?", preguntó La Capital. "Arrancan en los 500 pesos y varían según la dificultad de los restos a remover", sostuvo.
En esa sintonía, agregó que la idea "surgió al recordar un triste hecho familiar en el que una prima recibió dos balazos en el vehículo donde viajaba. "En medio de ese dolor, la familia se encontró con el auto ensangrentado y advirtió que no había gente que hiciera el trabajo de limpiarlo", recordó.
Otras situaciones se dan de la siguiente manera: después de que el fiscal ordena levantar un cuerpo y la policía se retira de la escena, los allegados a la víctima se enfrentan a un domicilio con manchas de sangre, restos de fluidos y, dependiendo del tiempo transcurrido del deceso, microorganismos que aparecen a medida que avanza la descomposición del cadáver.
Bilancioni detalló que la empresa abrió hace un año y que, desde entonces, los casos de suicidios son las situaciones que le generan mayor demanda. "Hay entre diez y veinte al mes", aseguró.
En la web, la empresa explica que se dedica a la "limpieza y descontaminación de escenas biológicamente contaminadas", entre otras, producto de muertes violentas.
"Cuando hay un fallecimiento, sea violento o no, dentro de un inmueble, la familia usualmente no se muda de la casa. Es aquí donde entra en acción nuestra empresa, limpiando y descontaminando la escena, sacando cualquier rastro o amenaza biológica del lugar, volviéndolo nuevamente habitable", explicó Bilancioni.
También se realiza la limpieza de vehículos en accidentes viales. "En el lugar del hecho, posteriormente a la atención de las personas damnificadas", aclaró la dueña de este particular emprendimiento.
Higiene y seguridad
"Realizamos limpieza y desinfección sin involucrar derrames de fluidos ni químicos, ya que son aspirados y enviados a incinerar, dejando el lugar apto para seguir circulando sin peligro alguno", detalló sobre la forma de trabajo.
"Todos nuestros procedimientos son llevados a cabo con maquinaria y productos especiales como amonio cuaternario", resaltó, y agregó que utilizan productos específicos, además de contratar a jóvenes estudiantes de instrumentación quirúrgica.
Bilancioni ralató que otro aspecto clave del negocio es la privacidad. "Nadie quiere que después aparezca una foto tomada a un muerto por parte de quien entró a limpiar una escena violenta", opinó al justificarlo.