La consternación y el dolor invadieron ayer a un sector de barrio Triángulo. Un incendio que se desató poco antes de las 5 de la mañana en una vivienda de calle 1804 y Espinosa se cobró las vidas de una mujer, embarazada de ocho meses, y de tres de sus hijos, de 16, 9 y 8 años.
Los vecinos intentaron todo para rescatarlos, pero no lo lograron. Sólo se salvaron la hija más grande de la mujer junto a su pequeño hijo de 3 años.
Las primeras informaciones del caso hablaron de un dificultoso ingreso por parte de los bomberos. Tras controlar las llamas, los socorristas encontraron sin vida los cuerpos de la mujer embarazada, de un adolescente y dos niñas.
Cuando La Capital llegó al lugar, en la vereda de la casa siniestrada todavía se contemplaban los cristales estallados y los restos de lo que fuera un kiosco que estaba ubicado en la planta baja de la vivienda. Allí vivía la mujer que sobrevivió.
El olor que despedía la estructura sofocada tras el incendio todavía inundaba el frente de la casa que habitaban Rosa Ríos (41), que cursaba un embarazo de ocho meses, junto a sus hijos Elías (16), Xiomara (9) y Lilian (8).
Quien se salvó fue Amira (20), la hija más grande de Rosa, con su pequeño de 3 años. Perdieron todo y necesitan ayuda de quienes puedan aportar su grano de arena (ver aparte).
Bomberos Zapadores detalló que la oficina de siniestros del cuerpo trabajaba para determinar las causas del trágico incendio.
Uno de los vecinos de la familia, Julio, contó cómo fueron los primeros momentos del siniestro que conmocionó a buena parte de la comunidad de barrio Triángulo. Además, remarcó que los bomberos tardaron alrededor de media hora en llegar.
El hombre recordó que Amira acudió a su casa, alrededor de las 5 para alertarle de lo que estaba sucediendo en su hogar. Lo hizo junto a su pequeño hijo, para que lo cuidara y ella pudiera ayudar en el rescate. "Quería entrar, todos queríamos ayudar, pero fue imposible".
"Eso es lo que más bronca me da, el no haber podido hacer nada. Hicimos lo que pudimos algunos vecinos, pero no lo conseguimos", lamentó el hombre, que vive en la misma vereda en la que habitaba Rosa y su familia.
Irreparable
Julio es albañil pero ayer no pudo ir a trabajar después del suceso que le tocó vivir en primera persona. Fue uno de los que intentó rescatar con vida a alguien de la familia.
Sin dudarlo, tomó una maza y trató de hacer boquetes en las paredes de la segunda planta de la casa. Sin embargo, el fuego y el humo le impidieron seguir trabajando: "Quise entrar por todos lados, pero no pude".
Trató por la parte trasera de su casa, a través del patio de su vecina y por el frente, pero nada pudo hacer. Prueba de ello son los dos grandes agujeros que ayer se veían en la fachada del segundo piso que, por el castigo de las llamas, corría riesgo de derrumbe.
Luego de abrir las puertas de su casa a este medio, se mostró consternado por la situación y, con dolor, aseguró que le costará mucho olvidarse de los gritos de los chicos pidiendo auxilio.
Duelo
En el mediodía de ayer, en ese sector de barrio Triángulo se percibió un ambiente apesadumbrado y dolido. Sobre todo en la Escuela 1.276, donde concurrían los hijos de Rosa, en Doctor Riva y Aguzzi.
En la puerta de la escuela se encontraban algunas maestras de los chicos, que se mostraron muy tristes y dolidas por el hecho que enlutó a todo el barrio.
El establecimiento permaneció de duelo para el turno tarde. Desde la dirección de la escuela remarcaron que acompañarán a la familia y a los cursos a los que asistían los hijos de Rosa durante toda la semana que viene, en un trabajo que ya comenzó ayer.
Piden ayuda para los dos sobrevivientes
Los únicos sobrevivientes de la tragedia en barrio Triángulo fueron Amira y su hijo, de tan sólo 3 años. Se trata de la hija mayor y del nieto de Rosa, la mujer embarazada que falleció junto a sus tres hijos. No sólo perdieron a su familia sino además su casa y todo lo que tenían allí.
Vivían en la planta baja de la casa de calle 1804 al 4000, que corre riesgo de derrumbe, y lograron salvarse antes de que las llamas consumieran por completo la planta alta. Sin embargo, perdieron todas sus pertenencias y se quedaron con lo puesto.
Por eso, Amira está necesitando una mano de quienes puedan ayudar para juntar lo primordial en días como los que transcurren, donde la temperatura apremia: colchones, ropa, frazadas, pañales y demás elementos que sirvan para poder volver a empezar. También, algún tipo de ayuda económica que les permita subsistir en estos días.
Aquellos que puedan aportar su grano de arena en el difícil momento que atraviesan la joven y su hijo pueden comunicarse con Florencia al 156-631267. Ella es la tía de los hermanos de Amira, que fallecieron en el incendio y es quien está ayudándola por el momento.
Será la encargada de recibir todo lo que los rosarinos puedan brindarle a la mujer y a su pequeño hijo para que, desde ahora, puedan volver a empezar tras sobrevivir a la tragedia en la que se vieron envueltos.