Desde la terraza del Museo de la Memoria se adivina la plaza San Martín. Es un día de sol y está llena de gente, chicos que toman mate, niños que juegan en triciclos, señoras que pasean a sus perros. "La vamos a romper, olvidate", asegura Leitoh MC. Es uno de los jóvenes que hace más de un mes están organizando "RAParición. Realidades crudas, cocidas y a punto", una batalla de rap para improvisar sobre tres temas que los interpelan a diario: la identidad, las desapariciones y la violencia institucional. La cita será esta tarde, a partir de las 17, en la plaza de Córdoba y Moreno.
El concurso forma parte de una campaña organizada por Abuelas de Plaza de Mayo y el Museo de la Memoria, junto a jóvenes artistas del hip hop, como los chicos del Laboratorio de Hip Hop, Rapdemia Klan, Lulita y Artesanos de la Verdad. Son los mismos pibes que se suelen juntar a armar sus rimas en la plaza San Martín y, esta vez, propusieron masificar esa movida.
Hace algunas horas, en la planta alta del museo, repasaban el programa que incluye batallas de improvisaciones sobre la acción del terrorismo de Estado, el derecho a la identidad y la violencia institucional. Temas que para estos jóvenes no son ajenos. "El hip hop, por tradición, siempre abordó temáticas sociales. Los activistas del hip hop siempre estamos pensando y produciendo sobre estos temas", dice Lulita.
Maxi es uno de los raperos del grupo "Mi gorra, tu prejuicio", surgido entre los jóvenes que participaron del Programa Jóvenes y Memoria. El grupo canta cosas como "La verdad es deplorable, ya su forma de pensar. Que por llevar gorra, los vamos a robar. Un día la historia va a cambiar".
Nacido en los setenta, en los barrios pobre de Nueva York, el hip hop tiene atrás toda una historia de lucha contra las desigualdades sociales y contra la injusticia. "En definitiva siempre estamos hablando de nuestra identidad dentro del arte, la música o la pintura. Y en definitiva, esas luchas son similares a la de Abuelas", explican los pibes.
Para el equipo del Museo de la Memoria, la organización de "Raparición", fue una experiencia de doble aprendizaje. "Siempre estamos buscando con Abuelas nuevas formas de expresión. Así surgió teatro por la identidad, música por la identidad y ahora nos acercamos al hip hop y fue una experiencia muy interesante que nos llevó a conocer más sobre esta cultura, sus lenguajes y su relación con los jóvenes", señala la coordinadora del Departamento de Articulación Territorial del Museo de la Memoria, Alejandra Cavacini.
La batalla. Este viernes, a las 17, se abrirá la inscripción para los grupos que quieran subir al escenario para participar de la batalla que se dividirá en tres etapas, alternando con shows, talleres de composición de letras de rap e intervenciones de break dance.
Almi es un joven del bario Toba que junto a sus hermanos hacen y dicen letras "vinculadas a la protesta política y contra la policía y la gendarmería". En sus temas se pregunta "como puedo estar tranquilo, si aún hay desaparecidos, asesinatos, injusticias y la justicia beneficia sólo a los adinerados". Tom lo escucha y reafirma la condición de contracultura que exhibe el movimiento del hip hop. "Mis letras buscan paz, pero las ganas de gritar son más", dice con rima.
Agustín y Jeremías nacieron y se criaron en barrio Las Flores. Dicen que les gusta el rap desde que tienen uso de razón porque "las puertas que abre la música te pueden llevar muy lejos".
El próximo viernes, por ejemplo, sus versos los llevarán a subirse a un escenario en la plaza San Martín. Y volver a reclamar con rimas, memoria, verdad y justicia.