Sobre llovido, mojado. Durante la madrugada de ayer, ladrones ingresaron a la Escuela Nº 1.396, del barrio Santa Lucía, y saquearon el área de informática y otro espacio donde se guardaban equipos de música e instrumentos musicales. Los mismos que se iban a usar mañana para el acto de colación de los chicos de séptimo.
El colegio lleva más de un año en obra y hace unos meses la contratista se retiró sin completar el trabajo por los abultados atrasos en los pagos. La paralización de los trabajos fue acompañada del retiro de la vigilancia, lo que volvió más vulnerable al edificio escolar.
No es la primera vez que la escuela de Riobamba al 7600 es blanco del vandalismo. Pero ayer por la madrugada, los intrusos lograron romper a una reja e ingresar al único lugar considerado "seguro", donde se acumulaba todo lo que existía de valor dentro del colegio.
El inventario trazado por los maestros incluía, entre otras pérdidas, un televisor de plasma comprado con fondos de la cooperadora, un equipo de música con dos consolas, una computadora, un monitor, una hidrolavadora y dos guitarras.
"Todo lo que no pudieron llevarse lo rompieron", se quejaba ayer Guillermo, uno de los docentes del establecimiento del barrio del extremo oeste de la ciudad. Y lamentaba que el robo haya ensombrecido la colación de los alumnos de séptimo prevista para mañana.
Los maestros buscaban ayer poner a punto un equipo más chico para reemplazar las consolas robadas. Y otros vecinos se habían acercado para ofrecer amplificadores. "La idea es que los chicos tengan el acto de colación con la alegría que se merecen", afirmaban.
Sin vigilancia
La de Santa Lucía fue la única escuela de la ciudad beneficiada con el "plan de obras mayores" del Ministerio de Educación de la Nación. Sobre el terreno que ocupa el colegio se proyectó la demolición de dos aulas prefabricadas y la construcción de cuatro salones, dos talleres, dos baños y un auditorio de usos múltiples.
Los trabajos comenzaron a mediados de 2017. Sin embargo, por retrasos en el pago a los contratistas, después de las vacaciones de invierno las obras se paralizaron por completo.
Según explicaron desde el Ministerio de Educación de la provincia, los trabajos presentan problemas desde julio y en noviembre la empresa que los estaba llevando adelante pidió la rescisión del contrato.
Desde la cartera educativa santafesina se gestiona ante Nación para activar el trámite de rescisión, cuya declaración permite la convocatoria a licitación para finalizar la obra.
Mientras tanto, aclararon, ya se depositó el dinero para la instalación de alarmas y se puso en marcha el trámite para reponer el equipamiento robado, con el objetivo de que durante la semana se puedan comprar los equipos necesarios.