
Viernes 06 de Agosto de 2010
En una medida inédita y a la vez controversial, un juez rosarino ordenó colocar cámaras de video
y micrófonos en la mesa de entradas de su Tribunal con el propósito de controlar su juzgado.
La medida fue dispuesta por el titular del juzgado Civil y Comercial Nº
9, Marcelo Bergia, el mismo magistrado que en dos oportunidades ganó concursos para ser camarista
pero quedó al margen por un dictamen del secretario de Justicia (ver aparte).
Para llevar adelante la colocación de las cámaras, Bergia contó con la
autorización de la Corte Suprema de Justicia, que asignó 2.700 pesos para la instalación de los
dispositivos.
Ayer, el murmullo en los pasillos de la manzana judicial de Balcarce
1651 era cada vez más fuerte. Abogados, administrativos y empleados de los juzgados comentaban la
noticia por lo bajo, pero nunca se hizo un anuncio oficial del nuevo soporte técnico.
En el mostrador. El juzgado Civil y Comercial Nº 9 está ubicado en el primer piso de la esquina
de Pellegrini y Balcarce. El lunes pasado se pegó un cartel sobre el mostrador de mármol marrón
claro de la mesa de entradas a modo de comunicado oficial.
En el papel se lee textualmente: “Se informa que se han instalado
dos cámaras con micrófono en la mesa de entradas, y que a partir del lunes 2/08/10 funcionan en
forma permanente, reproduciendo en vivo y grabando imagen y sonido. La medida se ha tomado a los
efectos de controlar y optimizar el funcionamiento de la mesa de entradas”.
El aviso lleva la firma y sello del juez. Pero al pie, un anónimo
estampó una inscripción manuscrita en letra cursiva donde se alcanzan a leer algunas citas de
repudio a la medida. “Rechazo expresamente” y “propio de una administración
totalitaria”, son algunas de ellas.
Bergia despejó dudas y explicó a La Capital por qué instaló el
dispositivo. “Es para tener un control del funcionamiento de la mesa de entradas, la atención
del público y de los profesionales. Ante cualquier inconveniente, queda grabado por treinta
días”, detalló mientras mostraba el monitoreo de las imágenes en vivo que se hace desde su
computadora o la de su secretaria.
El juez se arrogó ser, al menos en la provincia, “el único”
en implementar el sistema. “Hasta el momento no coseché críticas, más bien se recepcionó como
algo positivo, entre los profesionales y los mismos empleados del Tribunal. Si en el monitor
observo que hay cola en el mostrador, automáticamente mando otro empleado para descomprimir la
fila”, graficó el magistrado.
Silencio. El tema no tuvo un pronunciamiento oficial de la Corte Suprema. Este diario
intentó en vano hablar con algún ministro de la Corte, pero la postura se canalizó verbalmente a
través de la oficina de prensa del organismo.
Según los voceros, el organismo avaló y autorizó la colocación de las
cámaras, para lo cual destinó un presupuesto de 2.700 pesos. También se aclaró que no hay ningún
plan para extenderlo a otros juzgados de la provincia, sino que se trata de una experiencia única
cuyos resultados servirán para certificar normas de gestión de calidad administrativa con el
objetivo de mejorar el servicio de Justicia.
Si bien no fueron pocos los que dejaron entrever ayer cierto malestar
por la presencia de las cámaras, no se registraron quejas formales ante la Asociación de Empleados
del Poder Judicial. “Para nosotros, la medida tiene algunos reparos, pero hay que aclarar que
nadie se quejó”, dijo un vocero gremial.
En el Colegio de Abogados de Rosario la instalación de las cámaras se
observó como un hecho positivo. “Lo digo a título personal, porque todavía no lo tratamos en
asamblea, pero me parece bien. No hay convivencia sin derecho, no hay derecho sin abogados y no hay
abogacía sin ética. Y el trato con los empleados es parte de nuestra ética”, dijo el
presidente de la entidad, Ignacio Del Vecchio. l
El presidente aseguró que el antiviral denominado Carvativir ya recibió el permiso sanitario oficial
Y conductor de la moto dio positivo de alcoholemia y, según testigo, cruzó el semáforo en rojo.