De a poco, los juzgados penales que investigan las denuncias de la Municipalidad
por el hallazgo, en operativos de rutina, de licencias de conducir apócrifas van mostrando
resultados. Al procesamiento de un comerciante dictado a fines del mes pasado, ahora se sumó la
condena de un año y un mes de prisión de un hombre que portaba un carné falso. Sin embargo, como el
acusado contaba con antecedentes y no pudo salir en libertad condicional mientras duraba el
proceso, se consideró que su pena había sido cumplida mientras esperaba en prisión su
sentencia.
La sanción a Martín Segovia, de 30 años, fue parte de una causa con decenas de
imputados que inició en septiembre de 2006 la dirección de Investigaciones Administrativas de la
Municipalidad, luego de que la Dirección de Tránsito retuviera algunas licencias que, en
apariencia, eran apócrifas. Otras directamente fueron detectadas por los jueces de Faltas cuando
los conductores se presentaban a pagar multas por infracciones de tránsito.
En ese momento se entregó al Juzgado de Instrucción Nº 4, a cargo de Jorge Eldo
Juárez, más de 15 carnés apócrifos. Todo apuntaba a la presunta comisión del delito de uso de
documento público falsificado con estafa a la administración pública. Quedaron en la mira
inspectores de Tránsito y falsos gestores, y la policía realizó allanamientos logrando desarticular
algunas oficinas que los producían.
En la cola. Al ser indagado por el juez, Segovia reconoció que fue a solicitar
su carné al Centro Municipal de Distrito Oeste (avenida Perón 4602). "Cuando estaba en la fila se
presentó un señor llamado Juan Carlos, me preguntó si estaba haciendo los trámites para el carné y
me dijo que él los haría más rápido por un costo de 100 pesos. Le pregunté si era legítimo y me
dijo que sí, y que no tendría que ir a rendir el examen", relató Segovia. Luego agregó que se
apartó de la fila, entregó sus datos personales, una foto y el dinero. También dijo que era la
primera vez que era propietario de un vehículo y que gestionaba el carné.
"Era una persona de unos 35 años, pelo medio canoso, corto, tez blanca y ojos
claros", declaró el imputado sobre las características de quien le facilitó la licencia. En
oportunidad de ampliar la indagatoria, el infractor también aportó el domicilio de "Juan Carlos",
donde buscó el documento una semana después de contactarlo.
El relato desnuda una problemática que subyace en las calles de la ciudad: la
gran cantidad de conductores que no se someten a los test de aptitud psicofísica para obtener la
licencia y representan un riesgo latente para los demás.
El 27 de junio de 2007 Juárez dictó el procesamiento de Segovia, y luego la
fiscalía entendió que las pruebas colectadas eran suficientes para llevarlo a juicio. La defensa,
en cambio, pidió la absolución.
Condenado. Segovia fue condenado por el juez de Sentencia Nº 6, Julio César
García, el pasado 5 de mayo. Según el fallo, se le atribuyó "el uso de una licencia de conducir
apócrifa a su nombre que obtuvo de forma irregular dando 100 pesos a una persona que
desconoce".
El dictamen agrega como agravante que hubo un "perjuicio a la administración
pública al no abonar los sellados impositivos".
Sin embargo, como Segovia contaba con antecedentes penales condenatorios no pudo
hacer uso de la libertad condicional y permaneció detenido desde el momento en que se presentó la
denuncia.
Por ello, la pena de un año y un mes de prisión de cumplimiento efectivo como
autor penalmente responsable del delito de uso de instrumento público falso y estafa contra la
administración pública en concurso real se dio por cumplida con el tiempo de detención que
efectivamente cumplió en prisión preventiva.