Integrantes del grupo Basta de Demoliciones, que brega por la protección de patrimonio histórico de la ciudad, realizaron ayer un abrazo simbólico al petit hotel de Corrientes al 700, condenado a la demolición para construir un edificio de 9 plantas de oficinas de la Bolsa de Comercio.
"Que la Cuna de la Bandera no sea la tumba de su historia", rezaba una de las pocas pancartas desplegadas durante el acto que se realizó a media mañana, en la vereda de la casona de valor patrimonial que el Concejo Municipal autorizó a derribar en su última sesión del año.
"Es un acto ciudadano y pacífico, para hacer docencia sobre la importancia que tiene el patrimonio de la ciudad", apuntó la coordinadora del grupo, Ana María Ferrini.
Y destacó que la construcción de tres plantas está ubicada en pleno casco histórico. "En la misma zona que el municipio pretende restaurar y embellecer no se puede autorizar la demolición de un edificio patrimonial que figura en el catálogo de edificios protegidos y está en muy buen estado de conservación", señaló y lamentó que "no se presentaran proyectos o sugerencias para conservar y refuncionalizar" la vivienda proyectada en 1910.
Según los archivos de la entidad, la casona de Corrientes 728 fue proyectada por el arquitecto inglés Eustace Lauriston Conder (1865-1935), llegado a Rosario para ejecutar obras del Ferrocarril Central Argentino. En la ciudad, proyectó el Barrio Inglés, construido para jefes y empleados del Ferrocarril Central Argentino, el edificio de la ex tienda Gath y Chaves, hoy, Victoria Mall (Córdoba y San Martín) y participó del proyecto del hotel Savoy. En Buenos Aires, proyectó el edificio de la tienda Gath y Chaves y la estación de trenes de Retiro.
Como otros
Ferrini apuntó que el petit hotel tendrá la misma suerte que muchos otros edificios históricos que desaparecieron de la ciudad a partir del boom inmobiliario. Y advirtió que "pueden convivir armoniosamente edificios viejos y nuevos. Hay muchos inmuebles antiguos que se pueden restaurar y refuncionalizar. Esta misma gente que votó por la demolición del petit hotel de Corrientes al 700 va a Europa y se maravilla de las cosas que ve y de los lugares históricos que visitó. ¿Y acá no tenemos historia?", se preguntó.
El edificio de Corrientes 728 fue incluido en el primer catálogo de edificios de valor patrimonial del área central, realizado en 2001, y se mantuvo en el segundo trabajo, de 2008.
En la sesión de hace quince días, el Concejo Municipal hizo lugar al pedido de la Bolsa de Comercio (propietaria del lugar) para cambiar el grado de protección que ostentaba la edificación. De esta forma, se habilitó la posibilidad de demoler la casona para levantar un nuevo edificio.
Todo el trámite parlamentario se concretó en apenas diez días, una gestión "exprés" que despertó críticas incluso entre los ediles que votaron a favor de la iniciativa.
De acuerdo al anteproyecto presentado por la Bolsa, la construcción tendrá 9 pisos, destinados a oficinas y cocheras, que en total suman 11.000 metros cuadrados cubiertos.
Será un edificio sustentable, por la incorporación de tecnologías que optimizan el consumo de la energía, como la utilización de células fotovoltaicas y un sistema de recuperación de aguas. Además tendrá jardines verticales en el frente y una terraza verde.