Referentes de centros comerciales, la Asociación Empresaria de Rosario (AER) y supermercadistas de la ciudad mantuvieron ayer una reunión con representantes del Ministerio de Seguridad de la provincia por las preocupaciones que afloran en el sector de cara a la llegada de las fiestas de fin de año, y las estrategias para prevenir cualquier situación anómala que afecte el buen funcionamiento de las actividades.
En el cónclave, realizado en la sede local de gobernación, se abordaron varios temas referentes a la seguridad en las próximas fechas festivas, teniendo en cuenta que diciembre es un mes importante para el comercio y siempre ronda el fantasma de la posibilidad de que se comentan hechos delictivos, tanto organizados como espontáneos.
Justamente, es el contexto socioeconómico especial que atraviesa el país y la región, con muchas personas que se han quedado sin trabajo, el que preocupa a las autoridades. Por ello, tanto funcionarios políticos como cuadros policiales se encuentran diseñando medidas de prevención, inteligencia y persuasión para asegurar la paz social.
Esto incluye, además de una inyección de recursos en equipamiento y tecnología y un incentivo salarial no remunerativo para las fuerzas de seguridad, tareas de investigación sobre los grupos que pueden protagonizar algún hecho de esas características.
Una de las medidas a tomar es la elaboración de un mapa del delito de las modalidades que afectan a las zonas comerciales: mecheras, pungas y arrebatadores. Respecto del panorama de estos actores de la ilegalidad en el centro de la ciudad, Miguel Rucco, presidente del Paseo Comercial calle San Luis, dijo que "hay un poco de todo".
Por un lado, están "los mismos ladrones de siempre, que son detenidos y puestos en libertad a la brevedad", tema que se habló con las autoridades. Por otro, "crecen los arrebatos callejeros a personas que les roban el celular, en especial desde motos", situación que "solía ocurrir más en los barrios y hoy ya es habitual también en el centro".
Rucco dijo que "a las mecheras las tenemos medidas porque hay poca gente, salvo cuando se producen picos de movimiento", pero admitió que son "desalentados" a hacer las denuncias o llamar al 911 "porque entran y salen". La policía, según el referente, "también está limitada por esta situación, porque ya los conocen y cuando los detienen, los largan a las horas".
Cada uno de los sectores contó cuál es la situación en cada zona, y los funcionarios de Seguridad les pidieron que todos los comerciantes hagan los llamados al 911, más allá de la relación con las comisarías, y les detallaron que están haciendo un seguimiento a la velocidad de respuesta a los llamados, con GPS y nueva tecnología.
“Nos contaron que el 911 está en pleno funcionamiento y es el camino para hacer las denuncias, porque deja una huella que permite tener datos sobre los que después se hace análisis”, reseñó Ricardo Diab, titular de la AER. “Hay un buen análisis de la situación, ahora esperamos que se concrete en hechos”, opinó.
En 15 días, los referentes mantendrán una nueva reunión con los jefes policiales para seguir trabajando en la temática, y desarrollarles las medidas específicas que tomarán para prevenir cualquier desmán en una época de pico comercial como es la previa de los festejos de Navidad y fin de año. “Querían saber nuestras opiniones como referentes de cada lugar para ir tomando nota, porque nosotros estamos 24 horas mirando esto. Me pareció muy bueno”, cerró Nelson Graells, de Amigos de la Peatonal Córdoba.