Tres jóvenes rosarinas denunciaron haber sido víctimas de una serie de irregularidades por parte de una empresa de turismo a la que contrataron para vacacionar en el sur de Brasil; pero más aún, indicaron haber sido obligadas a bajar de un micro y que las dejaron abandonadas en un punto conocido como "la cuna de la trata" de personas. No descartaron haber sido "marcadas" por uno de los coordinadores de la firma y ayer radicaron una denuncia en la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex). Mañana lo harán ante la Secretaría de Turismo de la provincia por los incumplimientos de la empresa (ver aparte). El dueño de la firma, Alejandro Alvarez, apuntó a un "error operativo" y consideró "una locura hablar de un caso de trata".
Martina, de 19 años, y sus dos amigas, de 20 y 21, salieron hacia Canasvieras, en el sur de Brasil, el 2 de enero. Habían contratado el viaje en la empresa TR Exclusive, una compañía de turismo "muy conocida en redes sociales", según comentó la joven, y que en Rosario tiene una oficina en un edificio de Urquiza casi Entre Ríos.
"Las irregularidades comenzaron desde el principio", relató Martina y apuntó: "Salimos de Rosario a las 7 de la mañana, una vez en Floripa nos dejaron esperando por más de tres horas y recién nos alojaron a las 11 de la noche del otro día en un lugar que no era el pactado".
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Las playas de Ferrugem, en Brasil.
Regreso complicado
Pero fue el regreso que emprendieron el 15 de enero lo que las llevó a sospechar que podrían haber estado "marcadas" como potenciales víctimas de una red de trata. Fueron obligadas por un coordinador a bajar del micro en una estación de servicio de Ferrugem, lo que incluyó malos tratos y frases como "calláte la boca y bajáte", según relató Martina.
Terminaron varadas, ya que el colectivo que les dijeron vendría detrás nunca apareció. Se comunicaron telefónicamente con otro de los coordinadores, que les facilitó otro teléfono y finalmente un empleado de la zona de Ferrugem se presentó.
"Llega y nos dice que no puede creer cómo nos dejaron en ese lugar, que esa era «la cuna de la trata», y nos dice que ningún otro colectivo iba a venir a buscarnos", continuó la joven. Mientras esa persona se dirige a la estación de colectivo a buscar tres nuevos pasajes y se quedan nuevamente solas, un auto con dos hombres se les acercó y comenzaron a decirles cosas, a preguntar por qué estaban solas y ofrecerles llevarlas "donde quisieran".
"Estábamos asustadas y enojadas", contaron. Sin alternativa y con pasajes para el otro día, el coordinador ofreció llevarlas a dormir a una casa en Ferrugem, donde se alojaban los coordinadores. "No teníamos alternativa y fuimos", dijo Martina.
La posibilidad de haber sido marcadas por una red de trata apareció "cuando este hombre que nos fue a buscar en Ferrugem repetía y comentaba todo el tiempo que esa era la «cuna de la trata»".
Recordó que tuvieron "mucho miedo", y puntualizó que "la presencia de los hombres en el auto también fue sospechosa".
Ante el hecho, y asesoradas por la concejala radical María Eugenia Schmuck, las tres chicas rosarinas radicaron ayer la denuncia ante las autoridades de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas.
La explicación
"Fue un error, no hay nada atrás", aseguró el titular de la empresa, Alejandro Alvarez. "Como viajaban en un chárter tienen que ir en el mismo micro de la ida. Al darse cuenta, el coordinador las deja en la estación de Ferrugem, que es ahí donde se hacen todos los trasbordos. Mientras que el micro siguió viaje", explicó. Recalcó que "el encargado de Ferrugem les dio la opción de volver ese día en micro o quedarse hasta el otro día. Ellas decidieron quedarse, les dimos de almorzar, fueron a la playa, a la discoteca, las alojamos y volvieron, tenemos los mensajes de agradecimiento", aseguró.