Rosario dio el primer paso y tres parejas presentaron ayer recursos de amparo en
los Tribunales provinciales para solicitar que se les permita casarse. El reclamo se lleva adelante
a nivel nacional: dos parejas ya hicieron lo mismo ante la Justicia de Córdoba y otras tres en la
provincia de San Luis, y continuará en otras ciudades del país. Martín Clapié y Nicolás Montanaro
integran una de las parejas que estuvieron en Tribunales y afirmaron que con esto buscan "dejar de
ser ciudadanos de segunda".
Aunque en principio estaba previsto que los amparos se presentaran
simultáneamente en todo el país, el secretario de la Asociación Civil Vox, Esteban Paulón, explicó
que "por cuestiones administrativas, eso resultó difícil", y señaló que "se irán realizando las
presentaciones judiciales a medida que las parejas tengan la documentación".
Así, lo que comenzó en Córdoba y San Luis el lunes pasado continuó ayer en
Rosario y en los próximos días se sumarán Chubut, Puerto Madryn, La Plata, Mar del Plata y
Morón.
En Santa Fe unas 12 parejas llevarán adelante el trámite judicial y las
rosarinas fueron tres. "Este es el primer paso", dijo Paulón y detalló que se trata de dos parejas
de varones y una de mujeres.
Martín y Nicolás. Una de las que estuvieron en Tribunales fue la integrada por
Martín y Nicolás. Hace siete años que se conocen y seis que viven juntos. Dicen que "hace tiempo"
piensan en sumarse a esta movida y afirman que el principal objetivo es "dejar de ser ciudadanos de
segunda para pasar a ser ciudadanos plenos".
Nicolás tiene 27 años y es docente en la Facultad de Bioquímica y Farmacia de la
Universidad Nacional de Rosario (UNR), además de profesor en una escuela media; mientras que
Martín, de 32, trabaja en el Area de la Diversidad Sexual de la Municipalidad y coordina el Area
Joven de Vox.
Los casos públicos, tanto en Rosario como en Buenos Aires, los terminaron de
convencer de dar este paso. El primero fue el de Martín Peretti Scioli y Oscar Marvich, quienes a
principio de año se presentaron en el Registro Civil del Distrito Centro con vistas a solicitar un
turno para casarse, pero ante la negativa llevaron su pedido a los Tribunales. El segundo caso es
el de Alex Freyre y José María Di Bello, quienes en noviembre fueron autorizados a casarse por una
jueza porteña, aunque la medida quedó suspendida por decisión de otra magistrada.
"Con esas experiencias, nos sentimos identificados y a partir de ahí comenzamos
a tomar una posición concreta", explicó Martín, militante en organizaciones de derechos
humanos.
Para ellos, la "visibilidad no es un problema". Por eso, Martín agregó: "Es
necesario ser consecuente con lo que sentimos y deseamos".
Trabas. Los obstáculos que sortean a diario son los mismos que atraviesan todas
las parejas en esta situación. "Más de una vez pensamos en acceder a un crédito para poder comprar
una casa propia, pero nadie nos acepta los recibos de sueldo juntos como sí pasa en los
matrimonios, y entonces nunca llegamos a los montos necesarios", contó Martín.
Además, recordó que todo el tiempo que estuvo sin trabajo debió abonar una
cobertura médica prepaga porque "era imposible" que lo aceptaran en la obra social de su pareja.
"Son cosas naturalizadas; no deberían ser así", dijo seguro de que "se puede cambiar, porque el
momento histórico es diferente al de otros tiempos y se siente el apoyo de la gente".