Tres delincuentes armados ingresaron durante la madrugada de ayer a la Facultad de Derecho (Córdoba al 2000) y se llevaron las pertenencias de los guardias de seguridad, tras revisar todo el edificio. Desde el Ministerio Público de la Acusación buscan corroborar si robaron también elementos de la institución.
El botín de los malvivientes fueron las billeteras y los teléfonos de las víctimas, a quienes redujeron apenas ingresaron a la casa de estudios perteneciente a la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
Alrededor de la 1.30 de ayer, los tres hombres armados sorprendieron a los vigiladores que, en ese momento, se encontraban en una de las oficinas de la facultad. Las víctimas fueron reducidas y atadas allí mismo y, luego, los delincuentes se dispusieron a revisar todo el edificio. Según trascendió, sólo se habrían llevado las pertenencias de los vigiladores.
La fiscal Ana Julia Milicic, de la Unidad de Investigación y Flagrancia y quien tiene a cargo la investigación del hecho, ordenó la ampliación de los testimonios de las víctimas, toma de testimonios a vecinos de la zona que puedan aportar datos y relevamiento de las cámaras de seguridad del lugar.
"Hay medidas en curso para dilucidar por dónde ingresaron los tres hombres. Hasta el momento no se pudo corroborar si sustrajeron otros elementos pertenecientes a la institución", señalaron fuentes del Ministerio Público de la Acusación.
Ni siquiera las vallas del frente de la Facultad pudieron frenar a los malvivientes.
Las mismas estuvieron en el centro del debate hace casi tres años, momento en el que se decidió colocar el cerco perimetral.
De hecho, desde la misma Secretaría de Planeamiento municipal habían cuestionado la medida, que siguió su marcha hasta concretarse: "Si la solución al vandalismo es enrejar los edificios, podríamos cercar el Monumento a la Bandera", dijeron por entonces.
En su momento, desde la Facultad de Derecho aseguraron que las obras fueron licitadas como una parte de las últimas tareas de recuperación del edificio, que sufrió un severo incendio en junio de 2003, en el marco de una manifestación gremial.
"Se trata de un cerramiento perimetral, con una especie de reja y una puerta. Es una medida que se toma por cuestiones de seguridad, para preservar el edificio, que es constantemente atacado por pintadas", sostuvieron en aquella oportunidad, las autoridades de la casa de estudios.
Sin embargo, esta medida no fue suficiente para tres delincuentes que lograron burlar todo tipo de dispositivos de seguridad e ingresar el edificio de Córdoba al 2000 muy fácilmente.