El fin de semana largo vino mal para los taxistas, que sufrieron tres violentos ataques. Después del segundo, un grupo que se autoconvocó frente al Hospital Centenario advirtió que tras "una sola agresión más" irían al paro. A las pocas horas llegó la noticia de un nuevo chofer herido y eso los llevó a reunirse en asamblea. Así fue como, sin la presencia orgánica del sindicato, para cuya inacción llovieron críticas, ayer unos 150 peones de taxi debatieron en Oroño y Cochabamba sobre "cómo seguir adelante sin poner en riesgo la vida". Básicamente, acordaron que hoy, a las 10, llevarán un petitorio al Concejo para reclamar que "se cumpla con la ordenanza vigente" y se implementen de una vez por todas dos medidas "cruciales": la tarjeta prepaga abordo de los coches, al menos de 22 a 6, y la mampara o blindex de protección.
En la asamblea también se conformó una comisión de seguridad de los propios trabajadores que interpelará a las autoridades del gremio, la Intendencia, el Concejo y hasta los Tribunales.
La decisión se tomó ayer en una asamblea de tono reflexivo y en la que primó la búsqueda de consenso, después de que el viernes, el sábado y el lunes por la noche tres choferes resultaran heridos en otros tantos intentos de robo.
El primero de los hechos fue el que vivió Carlos Balaban, cuando un supuesto pasajero develó sus intenciones al llegar a Camino Viejo a Soldini. Allí, tras amenazarlo con un cuchillo, el ladrón le cortó un hombro y la mano, y le infligió un profundo puntazo en el cuello. El taxista terminó en estado reservado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, donde ayer todavía permanecía internado.
El segundo caso fue el de otro chofer, sus datos no trascendieron, que el sábado a la noche, en lo que se presume fue un intento de robo, recibió un balazo en una pierna en Tucumán y Lavalle. La lesión lo dejó internado en el Centenario hasta el domingo.
El tercer ataque fue el lunes a las 22.40 en pasaje Raffo y avenida del Rosario, cuando Luis Alberto México, de 61 años, resultó herido de un culatazo en el mentón y el hombro por un delincuente que no se daba por satisfecho ni aun después de haberle robado.
Así fue como distintos nucleamientos de taxistas se autoconvocaron en asamblea. Dirigentes del Sindicato de Peones de Taxis habían prometido participar, pero al menos orgánicamente no lo hicieron.
Sí dieron el presente la Agrupación de Choferes de Rosario Rolando Rivas, la 17 de Octubre, referentes de la Terminal y taxistas independientes, con la consigna de sumar a muchos más. "Esta es una convocatoria abierta a todos", afirmaron
En charla informal, antes de la asamblea, abundaron los relatos de agresiones de las que suelen ser víctimas: el número de ataques que refieren muchos supera la decena. Y también arreciaron las críticas al sindicato por jugar en tándem con la patronal: por ejemplo, para "planchar" la ordenanza 8.295, del 2008, que estipula las medidas de seguridad con que deben contar las unidades.
Por eso, la asamblea resolvió reclamar al Concejo y la Intendencia que se implementen de una vez por todas dos de esas medidas: el pago con tarjeta, como la que se usa en los colectivos, "para que la plata desaparezca de las unidades", y la exigencia del blindex para "disminuir riesgos".
"Existe una ordenanza que dice todo lo que cada taxi debe tener, pero en los hechos no tenemos nada que represente un gasto para las patronales", dijeron, convencidos de que el chofer de taxi "es el repuesto más barato".
"Volver con vida"
"Tenemos 4 ó 5 robos por día, pero no trasciende porque a menos que nos hieran, nadie quiere perder tiempo en una comisaría. Lo único que pedimos es poder trabajar y volver con vida, nada más", dijeron.