Cuando el sistema de salud sufre una gran presión a nivel de personal y recursos por la demanda que genera la segunda ola de la pandemia, ¿qué pasa con quienes en estos días de confinamiento tienen afecciones nuevas o antiguas y con aquellos que ya contaban con turnos asignados por patologías no relacionadas con el coronavirus? En sanatorios privados las consultas y prácticas se realizan con fluidez atendiendo a protocolos, mientras que en los centros de salud municipales las citas se postergaron hasta nuevo aviso (salvo si se trata de controles a embarazadas, recién nacidos, patologías post internación y seguimientos de situaciones especiales), al tiempo que en la provincia procuran posponer las atenciones que no sean urgentes ni impliquen un agravamiento de enfermedades pre-existentes.
El objetivo aquí y allá es evitar que se terminen las camas críticas en un momento de estrés del sistema de salud por la proliferación de contagios de Covid. De hecho, ya se cumplió un mes de la suspensión de las cirugías que requieran internación tanto en el sector público como en el privado. Una medida que se tomó oportunamente para descomprimir ante la escalada de contagios y cuya extensión se desconoce, al ritmo de la evolución de la pandemia y de las restricciones previstas por las autoridades nacionales y provinciales.
Lo cierto es que más allá de la situación inédita que atraviesa el mundo a causa del coronavirus, la población se sigue enfermando de otras patologías, ocurren emergencias y situaciones imprevistas, es necesario realizar controles de rutina para prevenir afecciones. ¿Cómo actuar en esos casos?
La situación en el sector privado
El presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de Rosario, Roberto L. Villavicencio, contó que “después de un año y tres meses de pandemia casi todos los establecimientos de salud tienen áreas Covid y no Covid: se han adecuado los edificios y los recursos humanos, hay corredores, está todo claramente separado y el personal en términos generales es distinto”. Por lo tanto, cuando un paciente ingresa a la institución, es derivado a uno de estos dos sectores, que a su vez cuentan con internación general, terapia intermedia e intensiva.
“Recibimos todas las urgencias no Covid, como un infarto de miocardio, una crisis hipertensiva, una trombosis vascular. Por otro lado, en pacientes estables que presentan una patología severa y pueden descompensarse, tratamos de que no pase mucho tiempo para su atención y que no ocurra un suceso que le pueda costar la vida, mientras que en forma programada se hacen diagnósticos y tratamientos ambulatorios”, enumeró el titular de la organización que nuclea a entidades de la salud privada.
Las que no se están operando son las patologías crónicas (por ejemplo una prótesis de cadera en paciente con artrosis); tampoco las cirugías programadas que implican ocupación de camas. “Operaciones oncológicas sí hacemos, así como otras de baja escala -por ejemplo operaciones traumatológicas, dermatológicas, oftalmológicas, de ortopedia y también generales-, siempre y cuando sean sencillas y el paciente pueda irse a su casa en el día”, explicó Villavicencio.
"Está todo preparado para recibir a los pacientes que no requieren internación", dijo el médico y expresó que aun en estos días de confinamiento, las consultas médicas se brindan regularmente, con aplicación de protocolos de seguridad (ventilación y distanciamiento, entre otras medidas). Además, se efectúan prácticas como electrocardiogramas, laboratorios, mamografías, ecografía, RMI y tomografías computadas. “Si bien cuando se produce este tipo de restricciones la actividad en los consultorios externos disminuye entre un 40 y 60 por ciento, los turnos que están dados ahora se cumplen. La gente no falta, viene porque lo necesita y de hecho no hay ningún impedimento para que concurra a las instituciones, ya que allí están cuidados”, finalizó el vocero de las clínicas y sanatorios, además al frente del Grupo Oroño.
Qué pasa en la salud pública de Rosario
Fernando Vignoni tiene a su cargo la red de 50 centros de salud de la Municipalidad, distribuidos en 44 barrios. Contó que el sistema contabiliza un promedio de 2.500 consultas programadas por semana, además de toda la atención espontánea, que equivale a otro tanto. Sin embargo, en estos días críticos los turnos programados bajaron a mil mientras que trepan a tres mil las consultas espontáneas por sintomatología compatible con Covid, y de hecho la semana pasada resultó que el 50 por ciento de los pacientes, unos 1.500, dieron positivo para la enfermedad. Cada caso que se confirma luego es seguido por los equipos, esto quiere decir que se llama por teléfono a los pacientes a diario y se los visita en domicilio de ser necesario, a lo que se suma una estrategia de bloqueo para captar los contactos estrechos. “Hay mayor demanda”, admitió el funcionario.
Los centros de salud por estas horas sólo reciben a embarazadas, recién nacidos, personas con patologías que tuvieron alta de alguna internación y que requieran seguimientos por una situación especial. “El resto de los turnos están postergados hasta nuevo aviso, lo mismo que las derivaciones para el segundo nivel (Cemar y hospitales como el Carrasco o el Roque Sáenz Peña, donde están las especialidades) y no se están asignando turnos para la semana que viene, aunque los turnos que estaban dados para especialidades en Cemar y hospitales van a ser atendidos”, detalló Vignoni. Agregó que ya se venía trabajando con un horizonte corto de programación, al punto que no había turnos dados para la semana próxima. “No se había abierto agenda, vamos abriendo semana a semana y a la espera de definir una estrategia en función de lo que decidan la nación y la provincia”, precisó.
Hoy la prioridad es la atención de la pandemia, lo que más insume en cuanto a tiempo y recursos. No obstante se mantiene la entrega de medicación y la vacunación de calendario, con horarios sugeridos para evitar amontonamientos. Al igual que en el sector privado, las cirugías programadas que requieran cama de internación están postergadas, sí se realizan las ambulatorias en el Cemar (por ejemplo intervenciones ginecológicas, de traumatología, de gastroenterología). Se siguen casos como los oncológicos y se realizan estudios ya indicados, mientras que se restringieron los análisis de laboratorio para controles de rutina.
Desde la provincia
El director del Tercer Nivel de Atención del Ministerio de Salud, Rodrigo Mediavilla, coincidió en que “hoy prima la emergencia Covid”, pero aun así “los hospitales siguen funcionando” y se cubren las urgencias, las cirugías y tratamientos por cáncer, todo aquello que deba realizarse porque de lo contrario se agrava la enfermedad. “Lo que se evalúa que es posible posponer, que puede esperar, se pospone, para no ocupar las camas críticas que hoy son el cuello de botella del sistema”, describió.
“El señor que tiene presión alta saca un turno y el cardiólogo lo ve porque eso no implica ocupación de camas”, graficó y emitió una recomendación. “Tratemos de tener a los terceros niveles desafectados, es decir que las personas que tienen un problema concurran al primer nivel o centro de salud porque allí les van a dar una respuesta”, aseguró Mediavilla, y dijo que los dispensarios provinciales están canalizando con normalidad consultas por patologías médicas, odontológicas y psicológicas.
Los controles, pues, pueden realizarse en efectores del primer nivel, así como la vacunación y la recepción de insumos de farmacia. Mediavilla admitió que “la gente se cuida, sale menos y solo van a los hospitales quienes lo necesitan”. Una diferencia con la primera ola, mientras se atraviesa uno de los momentos más críticos desde que comenzó la pandemia.