El Ministerio de Educación de la provincia suspendió las clases en la escuela Giuseppe Garibaldi de Rouillón al 2500 tras una inspección del área de Higiene y Seguridad del Ministerio de Trabajo provincial y Sadop Rosario.
El Ministerio de Educación de la provincia suspendió las clases en la escuela Giuseppe Garibaldi de Rouillón al 2500 tras una inspección del área de Higiene y Seguridad del Ministerio de Trabajo provincial y Sadop Rosario.
Se comprobaron serias deficiencias en el sistema eléctrico, también edilicias y hasta la puerta de emergencia soldada. A esta escuela asisten más de 550 alumnos de los niveles inicial y primario, recibe el 100 por ciento de subsidios del Estado y cobra una cuota que promedia los 600 pesos mensuales. Desde el Sadop piden mayor control en la gestión de las escuelas privadas. "El estado de las instalaciones eléctricas no brindaba ninguna seguridad", dijo a La Capital, Claudia Solís, prosecretaria de Sadop Rosario, quien además contó que se detectaron filtraciones en los techos, baños en estado precarios y hasta la puerta de salida de emergencia soldada. Según consta en el acta de Trabajo, "la escuela tiene 15 días hábiles para realizar todos los trabajos".
Hasta la puerta de la Escuela Particular Nº 1.317 de Rouillón 2513 llegó este mediodía una delegación del Sadop Rosario para protestar por el despido de una profesora del nivel primario, a la cual echaron por reclamar el pago del incentivo docente. "Hizo un reclamo verbal y a las 24 horas llegó el telegrama de despido", contó Solís sobre esta práctica común a las escuelas privadas de despedir docentes. Lo insólito es que la escuela que mantiene un edificio en precarias condiciones le pagó a la docente una indemnización de más de cien mil pesos.
"El cinismo de pagar con plata del Estado y de los padres una indemnización es grave; y el hecho de no mantener el edificio en condiciones de seguridad es gravísimo. Y si se conjugan las dos cosas, es una muestra de irresponsabilidad total, que cuestiona gravemente la capacidad que tiene esta institución para llevar adelante la gestión educativa y al Estado para ver a quién autoriza para que esté al frente de los colegios", consideró el secretario general del Sadop Rosario, Martín Lucero.
Junto con el Sadop llegó a la escuela de zona oeste una inspección del Ministerio de Trabajo de Santa Fe. Al recorrer la escuela se encontró con un tendido eléctrico sin puesta a tierra, cables al aire, que no mantienen la más mínima norma de seguridad. Tal como contó Claudia Solís, el estado general del edificio escolar mostraba graves problemas que lo vuelven inseguro para quienes allí enseñan y aprenden a diario. "También hay filtraciones en los techos, paredes con moho y una puerta de emergencia que no existe, porque está soldada", agregó. Además de una instalación de estufas a gas que no cumplen con la reglamentación mínima necesaria.
Ante el panorama, Trabajo pidió que se corte el suministro de energía hasta tanto se hagan todas las reparaciones necesarias. De acuerdo a lo dispuesto en el acta ahora la escuela tiene 15 días hábiles para hacer estos arreglos. Y como al cortarse el servicio de energía no hay luz ni agua, el Ministerio de Educación suspendió las clases hasta tanto esté la escuela en condiciones.
También el personal docente le envió una carta al representante legal de la escuela Garibaldi pidiendo se les aclare las causas del despido de la profesora, se les informe a los padres, se pague a término el salario y se garanticen condiciones de seguridad para enseñar y aprender.
Lucero recordó que lo ocurrido muestra una vez más la necesidad de que la Legislatura de Santa Fe se ponga a la altura de las circunstancias y sancione la ley que sanciona a las escuelas que usan la plata del Estado para "cualquier cosa, menos para sostener un proyecto educativo".