Por Lucas Ameriso
La Secretaría de Control y Convivencia de la Municipalidad intervino en múltiples zonas de la ciudad donde se concentraron los rosarinos para celebrar la llegada de 2020. Los funcionarios informaron que hubo sólo 5 casos de alcoholemia, 13 choques, doce intervenciones por pirotecnia ilegal y dos lesionados por manipular estos elementos. Además miles de jóvenes se volcaron a la costa central en las primeras horas del año para festejar el inicio de 2020, pero no se registraron incidentes de consideración. Además, con 1.900 taxis en la calle, se constataron 7.500 viajes durante la madrugada.
En líneas generales, el saldo fue satisfactorio con un operativo de control intenso que llevó adelante el municipio durante los festejos de Año Nuevo.
Las distintas áreas municipales se desplegaron a fin de garantizar una permanencia y una circulación seguras y ajustadas a las normas de parte de los ciudadanos que salieron a las calles a celebrar la llegada de 2020.
Durante la noche del 31 de diciembre y la madrugada del 1º de enero, empleados de la Dirección General de Tránsito, Guardia Urbana Municipal (GUM), Control Urbano, Fiscalización de Transporte y Dirección General de Inspección de Industrias Comercios y Servicios junto a efectivos de la Unidad Regional II, Prefectura y Gendarmería Nacional, trabajaron en conjunto en operativos callejeros, con la verificación del tránsito vehicular y el uso de los espacios públicos por parte de miles de vecinos, además del control del servicio de taxis y remises y el funcionamiento de locales bailables y gastronómicos.
Además, desde la Secretaria de Control y Convivencia se efectuaron diversas intervenciones vehiculares de prevención de las condiciones de conducción y en ese marco se remitieron sólo 6 vehículos al corralón, 5 de ellos por alcoholemia positiva. El mayor índice de alcohol en sangre lo tuvo un conductor que transitaba con 1,76 gramo (lo máximo permitido es 0,50).
En la Navidad pasada, se habían detectado 6 conductores que excedieron el nivel de alcohol en sangre, y se realizaron múltiples intervenciones en distintos puntos del municipio.
La graduación máxima se registró en un control vehicular de la Dirección de Tránsito, en Gálvez entre Italia y España cuando se detectó a un hombre al volante de una pick up blanca quien estaba dormido con el vehículo estacionado en doble fila. Se le realizó la prueba y dio 1,87 gramo de alcohol en sangre.
Al igual que en Nochebuena, la Secretaría de Control extendió al cierre del año su intervención preventiva en diversas zonas donde se congregó gran cantidad de público, como en la franja central costera desde el parque España hasta Puerto Norte.
Particularmente, en el sector de avenida de la Costa entre Presidente Roca y Dorrego, se congregó una enorme cantidad de chicos para festejar los primeros minutos de 2020. En esos sitios, los inspectores municipales retiraron equipos de sonido y evitaron que muchos asistentes se ubicaran a la vera de la barranca.
También se controló la zona balnearia en toda su extensión en donde se desalentó la música a volúmenes altos y la presencia de personas cerca del río.
Otra de las acciones sucedió en pasaje Casas, entre San Luis y Carriego, donde se congregaron vecinos y se pudo garantizar la circulación. Lo mismo tuvo lugar en barrio Rucci. En tanto, los agentes mantuvieron una fuerte y prolongada presencia en la plaza Buratovich, de San Nicolás y 9 de Julio.
En cuanto a la prohibición de vender pirotecnia en Rosario, desde el Ejecutivo se informó que durante la noche del 31 y la madrugada de ayer se constataron 12 denuncias efectuadas por vecinos. En todos los casos registrados por los funcionarios, se logró secuestrar la mercadería y así impedir su comercialización.
Durante los festejos, agentes de control también llevaron a cabo inspecciones en locales gastronómicos y bailables. Solo hubo tres de ellos con faltas menores y el desarrollo de sus actividades fue normal al acatar los cierres sin contravenciones.
El servicio de taxis y remises también fue fiscalizado durante la noche del martes y la madrugada de ayer. Cabe señalar que se concretaron 7.500 viajes de taxis (en Navidad fueron 2.054) con un máximo de 20 minutos de espera y se despacharon 900 remises.
Su funcionamiento fue seguido de cerca por personal municipal, con controles de alcoholemia y de seguridad vial. Del total de unidades fiscalizadas, sólo se labró un acta cuando un taxista evadió un punto de control.