La policía volvió a reprimir a los vecinos de Avellaneda y Lamadrid que ayer a la mañana cortaron la avenida de Circunvalación. Unas 70 personas, entre las que había niños, fueron obligadas a salir de esa arteria a fuerza de balas de goma y gases lacrimógenos. Esta situación se suma a la que se vivió el martes en el barrio, cuando se desalojó de forma violenta a familias de la zona que habían ocupado un terreno destinado a la ampliación de una calle.
"Queremos que venga un fiscal o alguna autoridad de la Municipalidad. Pero hace tres días que no aparece nadie", sostuvieron los vecinos del barrio Nuestra Señora del Rosario. "Por eso cortamos Circunvalación. Pero enseguida fue la policía y nos empezó a tirar desde abajo del puente con balas de goma y desde arriba con gases lacrimógenos", contaron a LaCapital los vecinos a un costado del terreno del que fueron desalojados.
Desde el desalojo del martes a la tarde, en el que quedó gente herida, en el barrio hay presencia policial constante.
El reclamo es habitacional. Y es que si bien el disparador de la ocupación fue la última tormenta, que produjo anegamientos en el barrio Nuestra Señora del Rosario con las consecuentes pérdidas materiales, hay familias que vienen arrastrando este problema desde hace años.
La mayoría de los habitantes de esa zona fueron relocalizados hace poco menos de dos décadas desde una zona inundable de El Mangrullo, adonde se había formado una barriada de casas de material. Como ese sector no era habitable por ser una zona baja, el barrio fue mudado a Avellaneda y Circunvalación. Llevó el nombre de Nuestra Señora del Rosario, aunque popularmente es conocido como El Mangrullito.
"Nos sacaron de allá porque se inundaba y acá nos seguimos inundando cada vez que llueve", dijo Victoria S., una joven de 23 años que vive en Catalina Mano y Lamadrid. Pero más allá del nivel del agua, el problema que hoy tienen los vecinos del barrio es otro. "Hoy en mi casa viven tres familias. Somos 14. Ahí vivo yo con mis hijos y con mi marido, en una habitación de 3 por 4", detalló Victoria.
A unas cuadras de allí, en bulevar Avellaneda al 4800, vecinos de la zona tomaron un terreno de más de una hectárea. La usurpación se concretó el viernes de la semana pasada. Son 145 familias, la mayoría del barrio que se levanta de Avellaneda hacia el oeste. "Vivimos en comunidad. A la noche hacemos guisos con lo que puede aportar cada uno", contó Patricia.
Allí se replica el mismo problema que el que manifiestan los vecinos de Avellaneda y Lamadrid: muchas personas hacinadas en una sola vivienda. Pero la situación no es la misma: mientras que la ocupación de Avellaneda y Lamadrid era de espacios públicos y la Municipalidad contaba con la potestad de ordenar el desalojo sin intervención judicial; en Avellaneda al 4800 la ocupación se hizo sobre un terreno privado. "La fiscal (Viviana O'Connel) no vino nunca", dijeron los vecinos, quienes sostuvieron que ayer les anunciaron que si no se retiraban de allí en forma voluntaria, la policía iba a desalojar a la fuerza.