De las diez obras públicas para Rosario que anunció el gobernador Omar Perotti el 28 de diciembre, seis están ubicadas en la zona sur. La refacción de una de sus pocas escuelas secundarias, la construcción de viviendas, la remodelación y apertura de calles, obras cloacales y la estabilización de la cascada del arroyo Saladillo, ya en marcha, prometen el desarrollo de un vasto sector urbano postergado en relación al resto de la ciudad. En total, los proyectos suman una inversión de casi 15 mil millones de pesos.
“La zona sur tiene atraso en cuanto a obra pública y vulnerabilidad social”, reconoció reconoció la ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat de la provincia, Silvina Frana, en diálogo con La Capital y detalló los criterios para priorizar estas seis iniciativas. En el caso de la escuela Nº 392 Juramento a la Bandera, de San Martín y Arijón, fue un pedido del Ministerio de Educación. Será el primer edificio escolar pospandemia de Rosario (dotado de una nueva espacialidad), con un plazo de ejecución de 240 días que comenzaron a correr el 5 de enero. “Cuando fuimos a verla no nos quedó dudas sobre la necesidad de intervenir, incluso han dado clases en contenedores ante la demanda de alumnado”, apuntó Frana.
A esto se suman los arreglos en dos importantes arterias: Ayacucho entre bulevar Seguí y Lamadrid (barrio Tablada); y bulevar Seguí (que ya había sido refaccionado desde bulevar Oroño hacia el oeste) entre Oroño y Ayacucho, con el agregado de que 64 de las 1.464 nuevas unidades habitacionales anunciadas para Rosario corresponden a “viviendas que dificultan la traza de Seguí al este”, detalló Frana y dijo que “ya hay un terreno identificado en la zona porque siempre las relocalizaciones se realizan en cercanías”. La licitación para esta obra, que una vez construidas las casas y mudadas las familias permitirá liberar la avenida hasta el río, está prevista para fines de enero. “Esperamos tener suerte ya que en materia de viviendas hubo dificultades en Rosario: fracasaron muchas licitaciones porque se presentaban ofertas muy por encima de los presupuestos oficiales”, comentó la funcionaria.
En cuanto a las calles a acondicionar, con una inversión total de casi cuatro millones de pesos entre las dos, financiada por Vialidad provincial, “fue el intendente de Rosario quien puso en evidencia la necesidad de esas obras en el marco del Plan Incluir”. Por cierto Pablo Javkin estuvo sentado en la mesa de los anuncios del 28 de diciembre.
Los otros dos ambiciosos proyectos son la construcción de la obra básica cloacal del futuro Hospital Regional Sur, comprendida dentro de una planificación general para la zona sur que incluye los barrios Tío Rolo, Puente Gallego, 17 de agosto, Las Flores Este y Sur, Irigoyen, San Martín Sudeste y Sudoeste, y el saneamiento de la cuenca del Emisario Sur, cuyos efluentes cloacales y pluviales se vierten sin tratar al Paraná. Si bien el proyecto ejecutivo del emisario está terminado, “se trabaja con el Ente Nacional de Obras Sanitarias (Enosa) para obtener financiamiento”, explicó Frana. La obra “generará la posibilidad de evacuar las aguas tratadas al río y además se van a hacer cloacas (conexiones domiciliarias) para muchas familias”.
Por otra parte en el barrio Saladillo se encuentra en curso la estabilización de la cascada del arroyo que opera como límite con Villa Gobernador Gálvez, en el marco de la recuperación del Parque Regional Sur, y que se financia con fondos nacionales. El proyecto se desarrolla en dos etapas y es uno de los caballitos de batalla de la gestión de Perotti: lo considera estratégico y de alto valor para el área metropolitana.
Cuando este conjunto de obras se complete “va a ser un shock para la zona”, reconoció Frana. Y añadió: “Santa Fe es una provincia con muchas asimetrías y en las grandes ciudades esto también pasa. Las obras públicas influyen positivamente, generan por ejemplo condiciones de seguridad aunque no resuelvan los problemas de seguridad de fondo”.
Una escuela pospandemia en Saladillo
La intervención en la secundaria de orientación técnica Nº 392 implica la restauración del casco viejo del edificio y la construcción de dos nuevas plantas bajo la lógica de la escuela pospandemia, la primera de Rosario, detalló la secretaria de Obras Públicas de la provincia, Leticia Battaglia. Se diseñó para una matrícula de 600 estudiantes, con un área cubierta total de 2.485 metros cubiertos y una superficie de 3.157. Hasta el año pasado funcionaba “en aulas móviles, muy precarias”, señaló la funcionaria.
Mientras duren las tareas de refacción, la institución se muda al que fuera el casino de oficiales del ex Batallón 121, actualmente vacío. Se encuentra también en zona sur, donde está emplazado el Polo Tecnológico. Para posibilitar el traslado se van a rehabilitar los baños del ex casino y cuando la escuela retorne a su tradicional locación de Arijón y San Martín, renovada, el espacio mantendrá usos educativos.
“La 392 es una secundaria orientada pública, que absorbe población de varios barrios del sur porque hay pocas escuelas públicas en la zona. Se trata de una institución emblemática que nunca había tenido intervención”, comentó Battaglia. “La apuesta es que el año lectivo lo terminen en el edificio nuevo, si no será a principios de 2024”, agregó.
El carácter pospandémico de la construcción, que ya está licitada, tiene que ver con “una nueva espacialidad”. A lo que se agrega “ventilación cruzada, construcción eficiente y ecológica, aprovechamiento de los recursos, apertura a la comunidad, huerta, cantina saludable”, precisó la secretaria de Obras Públicas.
