A lo largo de 2021 y en lo que va de 2022, el Ministerio de Trabajo santafesino llevó adelante casi 10 mil inspecciones en empresas de toda la provincia y participó en la investigación del fallecimiento de 91 trabajadores, cuyos decesos se produjeron por accidentes laborales. En casi la totalidad de las fiscalizaciones se detectaron faltas de diferentes niveles de gravedad, "a veces documentales y a veces falencias más severas en materia de salud y seguridad", señaló a La Capital el subsecretario de Fiscalizaciones del ministerio, Facundo Osio. En 2021 se produjeron 110 accidentes laborales cada 24 horas y ese mismo año se hicieron casi 20 inspecciones diarias.
Para el funcionario del Ministerio, que aclara que el trabajo de fiscalización se lleva adelante en base a los cupos y prioridades establecidos a través del convenio anual que Santa Fe firma con la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), los números de accidentes pueden a priori mostrar un escenario grave, pero aclara que "no son tan altos".
Citando a la SRT -en base a los mismos registros que este diario publicó en su edición del jueves 26 de mayo-, Osio señaló: "Hay en Santa Fe unos 550 mil trabajadores y cuando hablamos de unos 40 mil siniestros en 2021, unos 31 mil en 2020 y y unos 44 mil en 2019, hablamos no solo de que los números se mantienen, sino además de siniestralidad total, es decir, no solo los casos graves, sino además todos los casos de enfermedades laborales e incluso accidentes in itinere, desde un corte en un dedo hasta el obrero que cayó de un cuarto piso".
En ese sentido, el subsecretario dijo que el número de accidentes incide anualmente en apenas el 8 por ciento de los trabajadores totales de la provincia, lo que consideró "un número no tan alto".
Cómo y cuánto se fiscaliza
El Ministerio de Trabajo tiene actualmente 7 inspectores en la región norte de la provincia y otros 15 en la región sur, donde la cantidad de recursos se duplica, ya que incluye el control no solo de toda el área productiva de Rosario, sino además de todo el sector del Cordón Industrial.
Ese equipo se sostiene, según explicó, "en función de los fondos que llegan de Nación para tal fin en base a los convenios suscriptos", lo que implica los recursos humanos y los recursos materiales para llevar adelante las fiscalizaciones en forma digital y en el envío de las actas vía Afip a las empresas. "Las metas son anuales y llegamos bien", dijo el subsecretario, aunque no dejó de lado la situación de la pandemia de coronavirus de 2020, cuando, como en el resto de los espacios laborales, el personal se vio reducido y el Ministerio tuvo que "controlar además la aplicación de los protocolos Covid".
Lo cierto es que mayoritariamente las fiscalizaciones que lleva adelante ese cuerpo de inspectores no son aleatorias, sino que se hacen en función de los cupos establecidos en el convenio con la SRT, que el funcionario asegura que "año a año no solo se cumplen, sino que incluso se superan", y de las denuncias que las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) detectan, elevan a la Sindicatura y desde allí llegan al ministerio, que tiene el poder de fiscalización.
"Eso es lo que hace que en la mayoría de los controles que se llevan adelante se detecten irregularidades, desde las más leves a las que no lo son tanto", indicó el funcionario, sin embargo, afirmó que hay actividades donde las fiscalizaciones aleatorias se sostienen, como es en las plantas cerealeras del Cordón y en las obras en construcción, donde las inspecciones se llevan adelante conjuntamente con el gremio Uocra.
"Justamente los controles aleatorios se hacen en empresas con alta siniestralidad", explicó, y detalló que hay cerealeras donde se produce acopio de granos que provoca riesgo de explosión y uso de fosfina, y obras en construcción, donde los mayores riesgos son las caídas en altura y los accidentes con electricidad.
"En la primeras, las inspecciones se organizan a lo largo de un mes, por ejemplo, en un número importante de empresas -detalló-. En cambio, en la construcción se hacen repetidamente cada 20 días, no solo porque son espacios de trabajo muy dinámicos, sino porque además los riesgos se modifican de acuerdo a la etapa de la obra en que se encuentran".
Investigación de accidentes fatales
Ya en 2019, previo a la pandemia, el Ministerio de Trabajo había investigado 60 fallecimientos en accidentes laborales, ese número descendió a 37 en el año más duro de la presencia del Covid que conllevó una paralización de las actividades laborales y productivas, volvió a crecer a 65 en 2021, y en lo que va de este año ya suman 26 los decesos investigados.
Si bien ante hechos donde los trabajadores resultan con lesiones graves o incluso fallecen, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) pide las actuaciones al ministerio, el subsecretario explicó que a partir de los convenios firmados con la Superintendencia estos procedimientos son "obligatorios".
"En todos los casos donde haya un trabajador fallecido, debemos proceder e investigar qué fue lo que sucedió", concluyó el funcionario.