Siempre lo mismo: se acerca la hora de la cena de Fin de Año y algún pariente sugiere huir del calor del comedor y poner la mesa en el patio, pero no falta el que desconfía del clima y prefiere comer adentro. Los pronósticos no siempre son confiables, pero todos coinciden: en Rosario habrá lluvia pero bastante después del brindis, en plena madrugada.