Una nutrida columna de estudiantes secundarios marchó ayer a la sede de Gobierno del Rectorado y luego a la de Gobernación para exigir mejores condiciones en los edificios de sus colegios, tanto en los que dependen de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) como de la provincia. Lo hicieron apenas un día después de que los docentes nucleados en Amsafé se concentraran también frente a la Delegación VI del Ministerio de Educación con un reclamo semejante.
“Venimos planteando la crisis edilicia desde el 2014 porque representa un riesgo para la salud de todos, alumnos y profesores, pero ni las autoridades nacionales ni las provinciales nos dan una respuesta y las escuelas se nos siguen cayendo sobre la cabeza”, afirmó la presidenta del centro de estudiantes del Politécnico y referente de la Coordinadora Rosarina de Estudiantes Secundarios (Cres), Luciana Osuna.
La de ayer fue casi una réplica de otra manifestación estudiantil, la del 26 de agosto pasado, cuando casi los mismos colegios salieron a las calles a pedir por mejoras en infraestructura escolar. Entonces y ahora, la protesta estuvo encabezada por la Cres y la Federación de Estudiantes Secundarios, e integrada por grupos de alumnos de los colegios Normal 1, 2 y 3, Politécnico, Superior de Comercio, Nigelia Soria, Técnica 7, Constancio Vigil y Mantovani, entre otros. También los acompañaron representantes de los gremios docentes, Coad (universitarios) y Amsafé (provinciales).
El lema de la marcha fue “Porque necesitamos condiciones edilicias dignas de cursado y trabajo en todas las escuelas, nos organizamos junto con los docentes exigiendo un aumento de presupuesto nacional y provincial para costear refacciones inmediatas”.
Puerta a puerta. Partiendo de plaza Sarmiento, los estudiantes organizaron un periplo que recorrió la sede de Gobierno de la UNR en el ex hotel Italia y el centro de la ciudad, hasta concentrar frente al edificio de Gobernación.
Los alumnos del Normal 1 (que está a punto de comenzar la refacción de su fachada, obra solventada con fondos del gobierno provincial) recordaron que el mes pasado detectaron la “presencia de ratas” y se quejaron de los largos años en que existió “cero inversión” para sostener la escuela.
También hubo reiteradas denuncias por “la gran cantidad de colegios que hoy no tienen gas en la ciudad”, después de que la fatal explosión de Salta 2141 pusiera bajo la lupa las instalaciones en muchos establecimientos, que terminaron con el servicio cortado por la empresa concesionaria.
Pero ciertamente fueron los alumnos del Politécnico los que llevaron la voz más cantante. Sobre todo después de que, a pesar de que sus reclamos los llevaran a movilizarse por el tema varias veces, el colegio debió clausurar instalaciones recientemente.
“La clausura de la caldera, el viernes pasado, que se suma a la suspensión de los talleres, es una prueba más de que no nos escuchan”, afirmó Osuna, quien restó veracidad al anuncio hecho por las autoridades del colegio sobre que están tramitando un plan de obras por 30 millones de pesos ante el gobierno nacional.
Según la dirigente estudiantil, el planteo que vienen haciendo desde el año pasado tuvo una respuesta “patética” por parte del Rectorado y de la provincia, ya que “apenas están arrancando las obras en el Normal 1”, pero “en muchas otras escuelas se siguen cayendo los techos sobre nuestras cabezas y no aparece una solución integral”. La situación, dijo, sigue siendo “crítica” y “hasta peor porque el tiempo pasa”, afirmó.
La lista de inconvenientes que mencionaron los alumnos incluye la red eléctrica, techos y paredes con filtraciones que vuelven “inseguros” los edificios y hasta déficits en la provisión de agua.