El transporte urbano de pasajeros vive horas febriles. Mientras se confirmó el levantamiento del paro que se había anunciado para hoy y mañana, el Ejecutivo convocó para hoy al directorio del Ente de la Movilidad con el fin de avanzar en el nuevo estudio de costos para definir si se dará un aumento del boleto. Desde el Concejo Municipal se aguardaba la confirmación de la cita, en un marco normativo donde el intendente Pablo Javkin podrá hacer uso de su potestad de incrementar los valores en mayo (ya lo hizo en febrero), y luego otras dos opciones más en lo que resta del año.
Si bien se había logrado un principio de acuerdo en la huelga anunciada por otras 48 horas para hoy y mañana, hubo que esperar la confirmación a través de un comunicado de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) que llegó entrada la noche de ayer. Con ello, llegó el alivio en un clima marcado por la tensión en la distribución inequitativa de los subsidios al interior del país y que impactó en la paritaria con los choferes.
Aún resta que hoy, a las 13, se terminen de definir detalles del acta acuerdo por la que se cobrará idéntica remuneración que los colectiveros porteños. El trasfondo de la puja gremial conlleva un debate por una ley federal de transporte que iguale salarios y evite futuros conflictos.
En tanto, el coordinador de gabinete municipal, Rogelio Biazzi, confirmó a La Capital que convocará hoy a todo el directorio del Ente de la Movilidad con el fin de avanzar en el nuevo estudio de costos del transporte urbano de pasajeros. “Vamos a avanzar para que ésto sea así”, comentó Biazzi a este diario.
“En el estudio de costos tendremos seguramente un fuerte incremento en las variables por las cuestiones inflacionarias en medio de una expectativa por el nuevo ciclo que arrancó en manos de la estatal Movi y Rosario Bus”, indicó el vicepresidente del Ente y edil macrista Carlos Cardozo.
En la previa comenzó la danza de cálculos. Se estima que con la incorporación de los aumentos en los combustibles y las paritarias de los choferes, el valor “técnico” supere holgadamente los 100 pesos por viaje.
Durante este mes, la Intendencia tendrá la potestad de ajustar por segunda vez en el año la tarifa para viajar a bordo de los colectivos, en el marco de una normativa que faculta al intendente Pablo Javkin a recomponer el boleto en cuatro oportunidades a lo largo del año.
El contexto es sumamente complejo: escalada inflacionaria, falta de gasoil, y con un precio más elevado en el interior del país (118 en Capital Federal, con 20 pesos aportados por Nación, versus 150 a 170 por litro en el interior sin aportes) además de la puja por lograr mayor cantidad de subsidios del gobierno central.
Pero el proceso que defina un futuro aumento, si es que así se determina, tiene pasos previos. El primero se dará hoy. Luego, habrá que ver cómo el Ejecutivo en base al número técnico le contrapone un precio “pagable” por los usuarios. Y finalmente, ver si la recomposición se hace de manera conjunta con otros municipios como Córdoba o Santa Fe, tal como se había deslizado semanas atrás.
El desfasaje entre el valor real y lo que pagan los usuarios se agigantó ya desde febrero pasado, cuando aumentó el boleto de colectivos por última vez.
Tal como se pretende aplicar nuevamente, Javkin había consensuado una suerte de tarifa “federal” con Santa Fe y Córdoba, que llevó el viaje a 59,35 pesos, cuando en diciembre del año pasado, el estudio del Ente había arrojado un valor real de 103,52 pesos.
Haciendo un breve racconto, la suba de la tarifa se había registrado el 2 de febrero, pasando de 49 pesos a 59,35 pesos. Fue un salto de solo el 20 por ciento en un contexto inflacionario; luego de un 2021 donde el colectivo se ubicó en febrero en 45 pesos. Y en este desacople de tarifas, recaudación versus inflación y problemas económicos, la renovación de coches se aleja cada vez más.
Entre los insumos que más subieron en el período de referencia se encuentra el gasoil, que superó el 30 por ciento, pero incluso el interior del país sufre la inequidad también en este ítem. En Caba, los transportistas lo pagan menos de 120 pesos, y el Estado nacional le subsidia 20 pesos por litro. En el interior en cambio, oscila según calidad entre 150 a 170 pesos sin aporte alguno.
“El problema es que no se consigue el gasoil subsidiado por Nación y que algunas transferencias nacionales vienen demoradas”, concluyó un funcionario municipal.
Lo que también se aguarda con expectativa es el impacto del componente salarial en el nuevo estudio de costos. Aquí se debería transferir los últimos incrementos alcanzados por los choferes nucleados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) que tanta puja arrojó y sigue siendo un factor de tensión.
Aquí no está dicha la última palabra. Esta semana se concretaron 24 horas de paro de 72 horas anunciadas, que luego se congelaron a la espera de saldar la deuda con los colectiveros pero también de lograr una ley federal de transporte que ponga fin a la inequidad en la distribución de subsidios nacionales hacia el interior del país.
Si se analizan repuestos, lubricantes y pólizas de seguro también se sentirá fuerte su influencia en el número que arroje el estudio.
Lo cierto es que comenzará la cuenta regresiva. El Ejecutivo puede ajustar de manera automática la tarifa sin que intervenga el Concejo Municipal hasta cuatro veces en el año durante los meses de febrero, mayo, agosto y noviembre.
Potestad
La norma autoriza a la Intendencia a trasladar a la tarifa que abonan los usuarios hasta un 90 por ciento del valor real del viaje que pondera el Ente en base a la fórmula elaborada por la Universidad Nacional de Rosario. El número que se revele ahora, será una base de referencia.
Pero, la Intendencia no pierde de vista el contexto en el que salió de la concesión la mendocina El Cacique y puso en marcha una cuarta modificación en el sistema, con la estatal Movi y Rosario Bus como únicos jugadores locales. El objetivo es mejorar frecuencias y ver si se puede perforar el techo de los 380 mil viajes diarios en la era pandemia para intentar volver a los casi 500 mil previos a 2020.
Para apuntalarlo, el municipio anunció que comprará 20 nuevos coches para Movi y sostendrá unas 630 unidades en total. A ello, se le deben agregar otros componentes como la implementación de la tarjeta Sube (la utilizan más de 13 millones de personas en el Area Metropolitana de Buenos Aires (Amba) y otras 2.500.000 en el resto del país).
Cuando Rosario se sume al sistema federal, la mitad de los pasajeros estaría en condiciones de usar el 55 por ciento de descuento que ofrece la Sube y que pone Nación.
Unos 900 millones de pesos planteado para jubilados y pensionados, personal del trabajo doméstico, veteranos de la guerra de Malvinas, monotributistas sociales, beneficiarios de Asignación Universal por Hijo, por Embarazo, Programa de Jóvenes con Más y Mejor trabajo, seguro por desempleo, de capacitación y empleo, Promover Igualdad de Oportunidades, programa Progresar y programa “Potenciar Trabajo”.