Con un nuevo aumento del boleto del transporte urbano de pasajeros —que este lunes llevó a $ 99 el precio del viaje— concejales de la oposición salieron a cuestionar la potestad de la intendencia de subir el boleto, tal como lo establece una ordenanza de 2019, prorrogada dos años después. Desde el bloque del Frente de Todos y de Ciudad Futura reclamaron que la discusión sobre los costos del servicio vuelva al Concejo Municipal. Para los ediles de Juntos por el Cambio, las condiciones de inestabilidad del sistema no justifican que se revea la forma de fijar la tarifa.
El de este lunes fue el primer aumento del boleto del año. El último retoque había sido en septiembre del año pasado, cuando se llevó la tarifa a 85 pesos. Había sido la tercera suba de 2022: al comenzar el año estaba 49,50 pesos; en febrero subió a 59,35; en mayo a 69,50. Por facultades delegadas, el intendente tiene la potestad de revisar el boleto cuatro veces por año, pero no usó la ventana de noviembre.
La nueva tarifa abrió la polémica en el Concejo Municipal. Silvana Teisa, del bloque del Frente de Todos, se manifestó en contra de la forma de fijar el precio del boleto. “La atribución de aumentar el boleto debería volver al Concejo Municipal, y estamos trabajando para eso. Estamos presentando un expediente para que el Concejo vuelva a tener la facultad de subir la tarifa de transporte como lo establece la ley orgánica de municipalidades Nº 2.756”, recordó.
La concejala justicialista cuestionó la calidad del servicio, “hay muchísimas dificultades con las frecuencias, la higiene en los coches y con los recorridos que aún siguen fusionados”, advirtió y apuntó que “el intendente había anunciado la incorporación de 57 unidades para los primeros días de marzo. Y todo indica que sólo llegaron 15. Por otro lado, salió de servicio la línea Q por las dificultades que tuvo con las baterías. Es decir, que esas unidades que pudieron sumarse se están restando por la salida de la línea Q”.
Teisa compartió con las autoridades municipales el diagnóstico sobre el impacto del proceso inflacionario, pero consideró que “hay que pensar un poco más en los vecinos y vecinas. Si no se nota una mejora evidente en beneficio de ellos y sólo hay aumentos de tarifas, no nos parece prudente. Lo mejor hubiese sido esperar a que comience a funcionar la tarjeta Sube para ver el impacto y un posible aumento”.
Más objeciones
El bloque del Frente de Todos no fue el único en plantear sus objeciones al mecanismo en que se fijan los aumentos del boleto. Desde Ciudad Futura consideraron también oportuno revisar el tema. “Nosotros tenemos en esto una posición histórica porque fuimos parte de la discusión cuando con una mayoría compuesta por los representantes del Frente Progresista y el Pro se aprobó la delegación de la potestad de determinar la tarifa a la intendencia”, apuntó Pedro Salinas.
Para los integrantes del bloque, sumó, “establecer el precio del boleto es una de las facultades del Concejo Municipal en materia de servicios públicos que nos parece indelegable, justamente, para que en un ámbito plural puedan encontrarse otros tipos de alternativas para el financiamiento de transporte que no recaigan siempre sobre la espalda de usuarios y usuarias”.
En este sentido recordó la propuesta de Ciudad Futura para crear un mecanismo de financiamiento alternativo durante la pandemia de Covid que, de acuerdo con un criterio de justicia tributaria, disponía en forma transitoria una obligación a aquellos rubros de la economía que habían aumentado su facturación en la crisis sanitaria.
Además, consideró, la falta de debate parlamentario resta la posibilidad de sopesar la tarifa del transporte con la calidad del servicio, “que es la variable mas importante a tener en cuenta”.
La ordenanza Nº 10.031 se aprobó en 2019 y faculta al Ejecutivo a actualizar de manera automática en los meses de febrero, mayo, agosto y noviembre de cada año la tarifa del transporte urbano de pasajeros, respetando lo estipulado en el Estudio de Costos elaborado por el Ente de la Movilidad de Rosario.
Fue pensando como una herramienta que, en momentos críticos, brindara la posibilidad de morigerar los efectos económicos y financieros adversos que atraviesa el sistema de transporte local.
Críticas a la política de subsidios
El concejal de Juntos por el Cambio y vicepresidente del Ente de la Movilidad, Carlos Cardozo, defendió la atribución a la intendencia para fijar la tarifa del transporte urbano de pasajeros. Según consideró, las condiciones del servicios son tan inestables como en el momento en que se aprobó la ordenanza que faculta al Ejecutivo a fijar el precio del boleto y consideró que el problema es “el sistema injusto de subsidios” que relega a las localidades del interior del país.
“Nosotros acordamos con la delegación de facultades. A nuestro criterio no cambiaron ninguna de las condiciones de inestabilidad por las cuales votamos la ordenanza”, puntualizó Cardozo. Según consideró, la inflación sigue empujando los costos del servicio, los subsidios al sistema aún están en discusión, la tarjeta Sube se está implementando en un período además de coexistencia con la Movi y la operación financiera del banco Municipal. Condiciones, todas, que influyen sobre la realidad del servicio.
“¿Qué puede cambiar en este momento de semejante incertidumbre que se retome la discusión en el Concejo?” se preguntó el edil.