Con su remodelación, que incluyó la plantación de miles de rosas de unas 34 variedades diferentes, El Rosedal no sólo sumó nuevos colores y exquisitos aromas sino también una segunda vida. A las tardes de pic nics y las nochecitas de música en vivo, este viernes se sumarán también casamientos. La invitación a contraer matrimonio en la histórica montañita del parque Independencia fue bien recibida: en apenas una semana se agotaron los turnos hasta fin de año.
La primavera no pasó desapercibida en el parque más antiguo de la ciudad. A principios de septiembre pasado, con una plantación colaborativa, se colocaron los últimos pimpollos de los 7.500 rosales que se sumaron al espacio verde. Tres meses después, el lugar se llenó de flores blancas, amarillas, anaranjadas, rosadas y rojas intensas. Y también de dulces aromas de patios de abuela.
Ese romántico escenario se transformará en el decorado de fondo del álbum de bodas de una docena de parejas que el viernes darán el sí bajo la pérgola de la montañita. El convenio firmado por la Dirección de Parques y Paseos del municipio y el Registro Civil para celebrar matrimonios en el parque Independencia se anunció el último día de octubre. Una semana después ya se habían agotado todos los cupos para los meses de noviembre y diciembre.
Las bodas se realizan un viernes por mes, en distintos turnos, entre las 9.30 y las 12 y de 17 a 20. La ceremonia se realiza en la pérgola de la montañita, con una ambientación especial para cuarenta invitados y una banda de músicos que tocan en vivo.
A diferencia de otras celebraciones de matrimonios, que se realizan en quintas o salones de fiestas, las parejas no tienen que abonar un extra para casarse en El Rosedal.
Sí, quiero
La posibilidad de celebrar matrimonios es una de las iniciativas que acompañó el proyecto de revitalización de la plazoleta inaugurada en 1915. Para el director de Parques y Paseos del municipio, Nicolás Cordera, la propuesta no se limita a la plantación de rosas. Hay algo más.
"Toda la obra se realizó a puertas abiertas, porque estamos comprometidos con un concepto de parques públicos abiertos durante las 24 horas sin ningún tipo de vallados. No todos los rosedales se pueden disfrutar en cualquier momento, incluso por la noche", destaca.
Por eso, también todos los viernes se desarrollan ciclos de música a partir de las 19. Este mes es el turno del jazz, y después seguirán otros géneros.
La restauración de El Rosedal comenzó con un censo de las plantas que ya existían en ese espacio verde. Apenas unos 200 rosales que pasaron a llamarse "los históricos" y se agruparon junto al espejo de agua y la pérgola, que están detrás de la montañita.
A ellos se sumaron las 7.500 plantas que pusieron al rosedal rosarino a la altura de los más vistosos del país. Los ejemplares, de 34 variedades diferentes, fueron elegidos por su vitalidad, sus colores, su floración y también su aroma.
Los rosales híbridos de té, los que tienen rosas grandes y solitarias; los floribunda, que producen flores en racimos y los trepadores se compraron en viveros de Río Negro y llegaron hasta Rosario por Correo Argentino.
Las pequeñas plantas sin hojas comenzaron a plantarse en julio y con la primavera llegaron sus primeras flores.