Rosario recibió ayer a su primer crucero turístico, un barco muy lujoso bautizado Deutschland, en el que viajan 312 pasajeros y 242 tripulantes. Una vez anclado en el puerto local, los viajeros -el 90 por ciento de origen alemán- optaron entre tres destinos, "uno a pedido y dos por ofrecimiento", explicó el responsable de la agencia de turismo receptivo que se encargó del servicio, Ariel Piló. De ese menú, 21 pasajeros eligieron jugar al golf en el country Kentucky, 39 cruzar el puente a Victoria para pasar el día en una estancia y 114 realizar un city tour de tres horas. Al resto se le pusieron a disposición dos minibuses que cada 30 minutos conectaron el pie del barco y el comienzo de la peatonal para que, pese al calor, caminaran la ciudad a su antojo.
El Deutschland tiene una categoría cinco estrellas. "Es un pequeño crucero de lujo", sintetizó Federico Naveira, de Giros Buques y Servicios, un área de Terminal Puerto Rosario que administra la logística de los barcos y quien se encargó de garantizar a la empresa operadora South American Tours que la terminal local ofrecería todas las medidas de seguridad internacionalmente requeridas para recibir un crucero turístico.
"Somos un puerto oceánico en el que puede recalar cualquier barco de bandera extranjera", afirmó Naveira, para explicar que si bien la terminal portuaria de Rosario opera básicamente con carga, también tiene la capacidad y seguridad necesarias como para atender servicios de pasajeros.
En este caso -de hecho, el que significó el "debut" de Rosario como escala para los cruceros turísticos (ver recuadro)- se trató de un barco de bandera alemana de 175,49 metros de eslora (largo), 23 de manga (ancho), 6 de calado y 30 de puntal (desde la quilla a la parte superior de la nave).
Adentro el crucero ofrece "todo el confort" en sus 297 camarotes, dos bares y un restaurante, una sala de espectáculos, bellos decorados y obras de arte.
Las opciones. La enorme mayoría de los 312 pasajeros tocó tierra bien temprano para sumarse a un tour de su elección.
Algunos prefirieron despuntar el vicio jugando al golf en el Kentucky Club de Campo, detalló Piló, otros disfrutaron de un asado en la estancia Cerrito de Victoria y el resto (los más) participaron de un recorrido guiado por los lugares más representativos de Rosario.
Además, a lo largo de todo el día dos minibuses conectaron el buque con la plaza 25 de Mayo para que quienes lo desearan armaran sus propias caminatas por la ciudad.
Entre ellos estaban Sybille y Bernhard Heidinger, una pareja de edad mediana oriunda de la localidad de Potsdam (vecina a Berlín) que desafió el sol del mediodía para recorrer el Monumento, la catedral y el centro.
"Nos interesan sobre todo los lugares históricos", explicó el hombre, quien dijo haber elegido este crucero por su interés hacia Sudamérica y para disfrutar del sol y del verano, una estación que en su ciudad, ubicada al norte de Alemania, dura demasiado poco.
Dispuesta a regresar al barco para darse un chapuzón en la lujosa piscina de a bordo durante la siesta, Nathalie Hetti (26), de la también alemana ciudad de Heidelberg, había optado por salir a caminar sola y por las suyas. Al caer el sol, dijo, haría otra incursión por los shoppings.
En realidad, el viaje fue organizado hace un año como alternativa al plan original que preveía llegar a Japón. Tras el tremendo terremoto, las costas sudamericanas reemplazaron a las niponas.
Los pasajeros llegaron vía aérea a Río de Janeiro, donde embarcaron para recorrer las playas brasileñas, luego la costa atlántica hasta Necochea, cruzaron a Punta del Este y Montevideo (Uruguay) y remontaron finalmente el Paraná para llegar a Rosario, de donde partirán hoy rumbo a su destino final, Buenos Aires.
De allí algunos regresarán a sus lugares de origen y otros conectarán con otros cruceros de la misma compañía para surcar nuevos mares.
“Esta ya es una escala apetecible”
“Que haya llegado este primer crucero es un claro indicador del posicionamiento que ya tiene Rosario en materia turística y de que se trata de un destino apetecible”, dijo ayer el flamante secretario de Turismo municipal, Héctor De Benedictis. A la vez, en el marco de un plan por gestionar nuevos arribos, “obviamente” ese debut permite salir a mostrarlo como un ejemplo exitoso.
Para el funcionario, la llegada de Deutschland permite realizar varias lecturas. Por ejemplo, que Rosario es capaz de diversificar su oferta con propuestas de “turismo urbano, rural y ecológico” (sin contar otros fuertes, como los eventos y la cultura), algo que quedó plasmado en las opciones que ayer se les desplegaron a los pasajeros del barco.
A futuro también habilita a soñar con el “desarrollo del segmento de los cruceros”, un eje “muy interesante” que ya se empieza a analizar a escala regional. “Porque el incremento de la estadía en Rosario, donde está la mayor parte de la infraestructura turística, está evidentemente atado a la región”, afirmó De Benedictis.