Revelan nuevos datos sobre el tráfico de bebés
La causa por el tráfico de bebés que se investiga a partir del confuso trámite judicial de
adopción del hijo de Liz Anahí Benítez, captada en Pinto (Santiago del Estero) y trasladada a
Rosario para parir, sumó nuevos elementos y se acerca a una definición.
27 de septiembre 2009 · 01:00hs
La causa por el tráfico de bebés que se investiga a partir del confuso trámite judicial de
adopción del hijo de Liz Anahí Benítez, captada en Pinto (Santiago del Estero) y trasladada a
Rosario para parir, sumó nuevos elementos y se acerca a una definición.
Hace pocos días se constató que al menos cinco mujeres embarazadas
atendidas en el Hospital Provincial dieron como domicilio legal viviendas cercanas a la casa donde
alojaron a la mujer santiagueña, cuya dueña está imputada de integrar una asociación ilícita para
facilitar la entrega de niños en adopción, junto a una hermana y el marido.
Con doce imputados y tres detenidos, el expediente del tráfico de bebés
que investiga el juez de Instrucción Nº 7, Juan Andrés Donnola, se acerca a una resolución respecto
a las responsabilidades penales de los imputados.
Casi vecinas. Pero hace pocos días se sumaron otros elementos. Varias mujeres embarazadas
atendidas en el Provincial en 2008 y parte de 2009 aportaron domicilios de la misma manzana
(Chacabuco al 3400) donde residían las hermanas Marisa y Graciela Velázquez, quienes facilitaronla
llegada de Liz, le dieron alojamiento y después del parto la sacaron del hospital.
Donnola tomó este antecedente con cautela, sin apartarse de las pruebas
objetivas.
“Estamos chequeando esa información —se abrió un expediente
aparte—, y no quiere decir que esas mujeres tengan vinculación con los imputados. Entramos en
una etapa donde restan algunos datos desde Santiago del Estero y del Ministerio de Salud de Santa
Fe. A principios o mediados de octubre tendremos una resolución”, anticipó el magistrado a
La Capital.
Mientras tanto, la semana pasada se otorgó el beneficio del arresto
domiciliario a Marisa Velázquez y al ex policía Jorge Peralta, este último encargado del trasladar
a Benítez desde Santiago del Estero.
También se indagó al ex jefe de la comisaría de Pinto, Damián Cabrera, y
a su mujer, Celia Rodríguez, acusados de encubrimiento. Ambos negaron la imputación y regresaron a
Santiago de Estero.
Además, se tomó declaración informativa a dos médicas integrantes del
comité de bioética del Provincial, quienes aportaron detalles de los protocolos de trabajo.
En este sentido, el Ministerio de Salud aún debe acercar al juzgado la
política de procedimientos médicos, controles y registros que se emplean en los hospitales públicos
al recibir y dar el alta a mujeres
embarazadas.
Además, cabe recordar que se encuentra en condición de prófuga una mujer
chaqueña que también se alojó en la casa de los Velázquez, y dio a su hijo en adopción.
En la causa también figuran imputados dos abogados, los padres
biológicos del bebé y el matrimonio adoptante, todos acusados de “estafa procesal, supresión
de estado civil, falsificación de instrumento público y asociación ilícita”.
Todo comenzó en abril de este año, cuando una escrito anónimo denunció
al juzgado de Familia de Rosario irregularidades en los trámites de guarda para la entrega del hijo
de Benítez.
Con más de siete cuerpos, el expediente ahora es minuciosamente
estudiado por Donnola, quien sólo aguarda algunas datos para definir la situación de los imputados.
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