A partir del año próximo, los alumnos de 4º y 5º grados de quience escuelas públicas de las ciudades de Rosario y Santa Fe irán a clases seis horas, en lugar de las cuatro a las que están acostumbrados. Estos chicos y sus maestros participarán de una experiencia piloto de jornada extendida que el Ministerio de Educación provincial busca implementar a partir de marzo en establecimientos con una alta vulnerabilidad social. Para la secretaria de Educación santafesina, Rosa Retana, "es un proyecto importante que demandará inversiones en aspectos relacionados con las condiciones laborales de los docentes, infraestructura y capacitación, pero redundará en beneficios para los niños que más lo necesitan".
La prolongación de la jornada escolar es una de las metas fijadas por las leyes nacionales de educación y de financiamiento educativo. Esta última, sancionada en 2005, disponía que, para 2010, el 30 por ciento de los alumnos del nivel primario del país asistieran a escuelas de jornada extendida o completa. Sin embargo, poco se avanzó en ese sentido: de acuerdo a un informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universidad de Belgrano, apenas el 5,73 por ciento de los alumnos primarios del país pasa en la escuela más de cuatro horas.
El tema fue abordado en los últimos encuentros del Consejo Federal de Educación, donde los ministros provinciales se comprometieron a iniciar o ampliar esta iniciativa. En Santa Fe, las escuelas primarias públicas son 1.536 y hay alrededor de 50, la mayoría en zonas rurales, de jornada completa.
"Nuestra propuesta es llegar a 2016 cumpliendo el objetivo de la ley nacional, es decir, con el 30 por ciento de los establecimientos con jornada extendida", apuntó Retana.
Espacio se busca. Para eso, la propuesta es comenzar el año próximo con una prueba piloto que incluya a 15 primarias de Rosario y Santa Fe. Y, si bien aún no están definidos cuáles serán los establecimientos que participarán de la iniciativa, sí está claro que serán los de contextos críticos, donde la educación aparece como una herramienta imprescindible para superar desigualdades.
En el ministerio ya están consultando a las autoridades de los colegios sobre la posibilidad de sumarse al proyecto ya que "la participación será voluntaria", aclaró la funcionaria.
Además, se está evaluando la infraestructura de cada edificio escolar y los espacios necesarios para desarrollar la experiencia, porque la mayoría funciona doble turno.
También está definido que, durante el año próximo, la propuesta alcanzará a los alumnos de 4º y 5º grados, es decir, el segundo ciclo de la educación primaria.
Si bien todavía no hay números finos sobre el presupuesto necesario para desarrollar esta experiencia, Retana apuntó que "será un proyecto importante que demandará inversiones en aspectos relacionados con las condiciones laborales de los docentes, infraestructura y capacitación, pero redundará en beneficios para los chicos que más lo necesitan".
Repensar. Además, la funcionaria consideró que la prueba piloto que comenzará en marzo permitirá "pensar en la ampliación del tiempo escolar, no sólo desde la cantidad sino la calidad del tiempo que pasan los chicos en la escuela".
De acuerdo a la propuesta ministerial, no se trata de sumar talleres o actividades especiales después de la jornada de cuatro horas de clases.
"En Rosario hay escuelas que han ido realizando un tiempo diferente en el contraturno, generalmente relacionado con horas de idioma o talleres de apoyo escolar. Existen experiencias realizadas en ese sentido y son válidas, pero lo que proponemos es buscar otro formato, un dispositivo diferente donde matemática, lengua y ciencias naturales y sociales aparezcan integradas a otros lenguajes, trabajándolas desde lo lúdico o lo tecnológico. Un tiempo en el que los chicos hacen, reflexionan sobre lo que hacen y conceptualizan, integrando los lenguajes de distintas disciplinas", concluyó.