El Concejo Municipal analiza por estas horas proyectos que tienen por objetivo convocar a una audiencia pública para debatir una nueva ordenanza que regule la noche de la ciudad. La idea es que participen vecinos, empresarios, autoridades locales, provinciales y miembros de la sociedad civil para que aporten sus ideas y discutan sobre las nuevas formas de entretenimiento nocturno.
El dato no es menor si se tiene en cuenta que la ordenanza que rige en la actualidad tiene más de veinte años, un lapso de tiempo en el que aparecieron nuevas formas de entretenimiento nocturno que ameritan una nueva regulación.
Es más, hace unos días, empresarios vinculados al sector turístico y gastronómico de la ciudad no dudaron en afirmar que “Rosario es una ciudad sin noche” y recalentaron una vez más el debate sobre qué hacer con la movida nocturna en la ciudad.
Así las cosas, dos proyectos, uno de las concejala Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular), el otro de Susana Rueda (Rosario Progresista), impulsan la iniciativa de convocar a una audiencia pública en la que se debata una nueva ordenanza que regule la nocturnidad en Rosario.
Se trata de una normativa que tiene más de veinte años (ordenanza Nº 7.218 sancionada en 2001) y el último intento por modificarla data de 2018, años previos a la pandemia. En todos estos años aparecieron nuevas formas de entretenimiento nocturno que ameritan una nueva regulación de la noche rosarina.
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El proyecto de Gigliani convoca a los vecinos de Rosario, el Ejecutivo Municipal, miembros del Departamento Ejecutivo Provincial con incumbencia en la materia, representantes del Sindicato Municipal de Rosario y de la Asociación de Trabajadores del Estado, el Colectivo Rosarino de Espacios Culturales (Crec), la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines Rosario y otras organizaciones de la sociedad civil interesadas en la temática.
El de Rueda, en tanto, suma a los actores de la sociedad civil involucrados, de todos los rubros (titulares de las cámaras y comercios como bares, bares culturales, restaurantes, boliches y clubes, entre otros).
Discusión eterna
Según destacó Gigliani, “la nocturnidad es un tema que lleva más de diez años de discusión sin que pueda avanzarse en una nueva normativa. Entendemos que la audiencia pública es una herramienta que tiende a generar un ámbito para proponer y escuchar a todas las voces. La nocturnidad es uno de los temas de mayor complejidad en Rosario, en donde convergen distintos intereses económicos, sociales, convivenciales y culturales, y en la cual participan una gran cantidad de actores”.
En ese orden, la concejala recordó que el último intento de modificar la ordenanza vigente y superar “los parches” que se fueron agregando en distintas instancias se llevó adelante en el año 2018. “La iniciativa quedó paralizada y la pandemia terminó por frenar la discusión. Ahora es necesario convocar y escuchar a los vecinos, a todos los actores, buscamos consensuar el mejor de los proyectos posibles”, agregó.
La figura de la audiencia pública está regulada en Rosario por la Ordenanza Nº 7.040 y habilita una instancia para que todos los que puedan sentirse afectados por una decisión de un órgano administrativo o legislativo, puedan manifestar su conocimiento, postura o experiencia y presenten un perspectiva individual, grupal o colectiva.
En los considerandos del proyecto de Rueda, en tanto, se destaca que la ordenanza que actualmente regula noche “fue ampliamente discutida durante los años 2018 y 2019 en el Concejo con el objetivo de modificarla para adecuarla a los tiempos y emprendimientos de entonces, sin haberse logrado un acuerdo para avanzar en su modificación”.
Además, pone de relieve que “existen actualmente establecimientos nocturnos que no son posibles de encuadrar en la normativa vigente”. Y coloca el acento en el hecho de que “en esta etapa de crecimiento de los sectores gastronómico y de entretenimiento, resulta imprescindible fijar reglas claras para la promoción de la inversión en esos rubros, que generan un gran impacto en la industria del turismo”.
Precisamente desde esos sectores se habían lanzado fuertes críticas en una nota de La Capital donde dijeron sin medias tintas que Rosario “no tiene noche” y por eso los jóvenes optan por visitar otras ciudades.
Por lo pronto, la decisión en el Concejo es la de avanzar en un cambio de normativa que aggiorne la actual, que, por lo que se ve, quedó muy vetusta.