Mientras el gobierno de la ciudad de Buenos Aires trabaja para desactivar su Guardia
Urbana, en Rosario el cuerpo podría sumar más agentes. El concejal justicialista Osvaldo Miatello
presentó un proyecto para incrementar el personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM),
estableciendo bases para estos inspectores en los seis distritos de la ciudad. Además, la
iniciativa plantea agregar nuevas tareas al cuerpo como, por ejemplo, su intervención en
situaciones de violencia familiar.
La propuesta ingresó esta semana al Concejo y se alista para
ser tratada en comisiones. Básicamente considera que los 180 empleados que tiene actualmente la GUM
resultan "manifiestamente insuficientes" para cubrir las necesidades de una ciudad de un millón de
habitantes, durante las 24 horas todos los días del año.
Advierte que el municipio cuenta con más de 10 mil trabajadores
y que, en el presupuesto para este año, asigna casi 41 millones de pesos para contratar servicios
de terceros, otros 4 para incorporar becarios y 5 más para pasantes. "Por lo que no resulta difícil
promover reasignación de recursos hacia la GUM sin necesidad de incorporar nuevo personal", indica
el proyecto.
Miatello asegura que "la visualización negativa que la
población tiene de la GUM tiene mucho que ver con la escasa cantidad de personal con que cuenta,
que se traduce en una falta de presencia, sobre todo en los barrios". Y, de acuerdo con este
diagnóstico, propone que se cree una base de operaciones del cuerpo de inspectores en cada uno de
los centros de distrito municipal. Y, además, se le sumarían nuevas incumbencias, como la
intervención en casos de violencia doméstica.
En Capital.
Desde la asunción del nuevo jefe de Gobierno, Mauricio Macri,
se planteó la lisa y llana eliminación de la Guardia Urbana. Y recientemente se decidió reciclar a
todos sus inspectores como agentes de Tránsito.
En la ciudad de Buenos Aires, en cambio, el cuerpo de agentes sigue un camino
completamente inverso.
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