"Algo tiene que cambiar", se lamentó ayer Dante Clavijo, el presidente del club 7 de Setiembre. En el "Poli", como se lo conoce en la zona noroeste de la ciudad, aprendió a amar al fútbol Benjamín Biñale, el niño de 8 años que recibió una bala perdida en la cabeza cuando se preparaba para jugar un partido en el club Pablo VI, de Garzón y Seguí. Con 25 años de experiencia, Clavijo es uno de los dirigentes que apoya la medida de suspender este fin de semana los torneos de la liga rosarina para pedir seguridad en las canchas donde juegan los chicos. "Lo que pasó con Benja es un llamado de atención", sostuvo.
Las autoridades de la Asociación Rosarina de Fútbol se reunieron ayer para definir las medidas a tomar para reclamar mayor seguridad durante los encuentros. "Esto nos ha golpeado muchísimo, estamos consternados, pero sobre todo muy preocupados por la situación de vulnerabilidad a la que hemos llegado", señaló ayer el presidente de la entidad, Mario Giammaria.
El dirigente señaló que mañana convocarán a los clubes asociados para acordar los pasos a seguir. En principio, la idea que cobra fuerza es la suspensión de todas las actividades de la liga, incluida la primera, durante el próximo fin de semana para manifestar la solidaridad de los clubes con la familia de Benjamín.
"No es que pensemos que con la suspensión de las actividades vamos a solucionar el problema de la seguridad, que nos preocupa tanto, pero pretendemos que este hecho no sea un número más en una estadística que nos avergüenza a todos", consideró Giammaria.
Necesaria
Para el presidente del club 7 de Setiembre, donde practicaba Benjamín, se trata de una medida necesaria. "En mis años dedicado al fútbol nunca pasó algo así, pero después de ésto, ¿cómo les decimos a los papás que dejen a sus chicos tranquilos?", se preguntó el dirigente.
Ese fatídico sábado por la tarde, Clavijo estaba en el club San Roque, de zona sur, acompañando a las divisiones juveniles. A cargo de los más chiquitos, en Pablo VI, permanecía el coordinador de fútbol del club. Clavijo lo pasó a buscar cuando terminó el encuentro, en el auto hablaron de cosas de poca importancia. Recién cuando llegaron al club, el presidente del 7 de Setiembre se enteró de que Benjamín no se había desmayado mientras calentaba para entrar a la cancha, sino que tenía un proyectil alojado en la cabeza.
"No lo podía creer, imaginate mi angustia. En el club somos todos una familia, cuando pasa algo así te parte el alma y, además, pensás que había tantos chiquitos corriendo ahí, que le podría haber pasado a cualquiera", señaló y advirtió que "lo que sucedió no tiene que ver con el fútbol, sino con la locura que se vive afuera".
El aguante
Benjamín permanecía ayer internado en la terapia intensiva del Hospital de Niños Víctor J. Vilela. De acuerdo al parte médico de la institución, "seguía estable, con asistencia mecánica respiratoria". Como durante todo el fin de semana, sus padres, familiares y conocidos le hacían el aguante en la puerta del centro de salud. Mientras tanto, la fiscalía iniciaba una investigación para determinar desde dónde se disparó el arma que lesionó al pequeño.
"La inseguridad no es un problema del fútbol, ni de la liga rosarina, ni de Pablo VI", se quejó Norberto Lombardi, vice presidente del club Atlético Argentino y subrayó que actualmente "lo principal pasa por la salud de Benjamín".
Aun así, consideró que sería bueno "parar la pelota hasta que las autoridades del Ministerio de Seguridad de la provincia presenten un plan para prevenir estas situaciones" en los clubes de fútbol.
Para Lombardi, "actualmente no podemos decir, «en esta cancha vas a tener un problema, en esta no»", por eso considera que es necesario parar no sólo la actividad de las categorías infantiles, sino todo el fútbol "hasta tanto exista la posibilidad de hablar con las autoridades que tienen a su cargo la prevención de incidentes".
Roque Fernández es coordinador de fútbol infantil del club Sparta. Según advirtió, en cada encuentro de la liga se reúnen, por lo menos, unos 120 pibes y no hay un médico ni personal de seguridad en ninguna cancha. "Llevo 5 años acompañando a los chicos y sólo vi una ambulancia una vez en el club Provincial", recordó.
Por eso, afirmó, cuando un chico se lastima o se lesiona lo terminan llevando los padres o los coordinadores al hospital para que lo asistan. "Lo que pasó con Benjamín fue lamentable, somos profes, tenemos hijos y pensamos que a cualquiera le pudo haber pasado lo mismo. Mi hijo tiene un año más que él, pudo haber sido mi hijo", consideró.
El coordinador deportivo consideró: "Se debe parar toda la actividad hasta que cambien las situaciones en las canchas. Tenemos que tomar conciencia de lo que pasa y las autoridades tienen que tomar conciencia de que deben cuidarnos. Esto pasa porque hay mucha gente que está armada, es un problema que excede a los clubes, a los dirigentes, a los coordinadores de fútbol o a los profesores. Los gobernantes y los funcionarios encargados de seguridad tendrán que resolverlo".
Idolos solidarios
Los delanteros Maximiliano Rodríguez y Angel Di María volvieron a dar muestras de su solidaridad. Los ídolos de Newell’s y Central enviaron videos de apoyo a Benjamín Biñale. Te quería mandar un saludito”, aseguró la Fiera Rodríguez en los primeros segundos del video. Di María le dijo que “todo va a salir bien” y le deseó “mucha fuerza”.