El mejor jugador de fútbol de la actualidad, Lionel Messi, dejó ayer por unas horas el paisaje bucólico de Arroyo Seco donde descansa con su familia, y se trasladó con su familia hasta la Municipalidad de Rosario. En un acto alejado del protocolo, la intendenta Mónica Fein lo declaró embajador de la ciudad en el mundo. "Es un orgullo ser reconocido de esta manera, en mi casa, mi ciudad, donde nací, donde tengo a mi gente, mi familia y donde seguramente voy a vivir cuando me retire de jugar al fútbol", imaginó.
Con la sencillez que lo caracteriza, el astro del Barcelona llegó a las 10.25 e ingresó por la puerta principal del Palacio de los Leones (Buenos Aires 711), ante la mirada de algunos ciudadanos que ocasionalmente pasaban por el lugar.
Estaba acompañado por sus padres, Celia y Jorge, y por sus hermanos, Rodrigo, Matías y María Sol, entre otros familiares. Ya en el salón Carrasco dentro de la sede de gobierno local, la intendenta encabezó la ceremonia de distinción.
"Desde la ciudad le queremos dar un abrazo a Lionel y a su familia, decirle que nos sentimos profundamente representados", comenzó Fein. Luego, el presidente del Concejo Municipal, Miguel Zamarini, agasajó al crack con una plaqueta y un decreto por el cual lo nombró deportista distinguido.
"La idea es reconocer la trayectoria, no sólo futbolística, que es brillante y trasciende fronteras, sino el impacto que tiene tu figura, tu humanidad en la sociedad rosarina", valoró el titular del Palacio Vasallo.
Después, Fein declaró a Lio como embajador de Rosario en el mundo y le entregó un diploma. El flamante senador provincial Miguel Lifschitz le obsequió una bandera con el escudo oficial de la ciudad.
"Sabemos que va a representar muy bien a Rosario. Lo hacemos con mucho orgullo, no sólo porque es un excelente deportista, sino porque demuestra los valores que la ciudad quiere difundir: trabajo, esfuerzo, humildad y respeto", remarcó Fein, ante la atenta mirada del 10 del Barcelona, reciente ganador del Olimpia de Oro al mejor deportista del año.
Como regalo extra, Messi se llevó colgada en un hombro una remera negra con el logo oficial que postula a Rosario como sede de los Juegos Panamericanos. "Para que nos ayudes a mostrar a Rosario", le pidió Fein.
Promesa. Sencillo, Messi se mostró complacido, pero también hizo una promesa: "Quiero agradecer a la intendenta por ser reconocido de esta manera en Rosario, que es mi casa, donde nací, donde tengo mi gente, mi familia y donde voy a vivir. No soy de muchas palabras", dijo parado atrás de una valla que lo separaba de la prensa.
Cuando le preguntaron si sentía que recién ahora lo reconocía la ciudad donde nació, Lio puso las cosas en otro plano: "El reconocimiento de Rosario lo tuve siempre. Al salir a la calle y recibir el cariño de la gente, que va a mi casa a pedir una foto o un autógrafo. Quizás me empezaron a dar los premios ahora, pero tampoco me hacían falta, el reconocimiento de la gente es lo más grande".
Más adelante comentó por qué elige Rosario en sus pocos días de vacaciones: "Porque estoy en mi casa, con mi familia, mis amigos, con mi gente. Y seguramente Rosario va a ser mi residencia cuando deje el fútbol".
En medio de la euforia de decenas de chicos que lo esperaban, al salir La Pulga firmó autógrafos, recibió obsequios y se retiró en una camioneta 4 por 4. El 1º de enero regresará a Barcelona.
Flores a mamá
No todos los agasajos de ayer fueron dirigidos a Lionel Messi. La intendenta Mónica Fein hizo un paréntesis durante el acto y le entregó flores a Celia, la mamá del recientemente elegido mejor jugador de Europa. "Es por el esfuerzo que hizo siempre, le queremos hacer un homenaje", dijo la flamante titular del Palacio de los Leones al destacar el género. Emocionada, la madre del deportista dejó caer algunas lágrimas.