Un gran revuelo y preocupación se apoderó en horas del mediodía de hoy de la esquina de Córdoba y Paraguay. Fue cuando el primer tramo de la peatonal apareció vallado con cintas rojas y blancas con la leyenda "peligro" en grandes letras negras, a partir del rumor de que había riesgo de derrumbe de uno de los muros de uno de los edificios ubicados en el lugar.
"Hace cuatro horas que estamos en el lugar, cuando llegamos ya estaba vallado, una medida de protección que tomó la gente del edificio", comentó a La Capital uno de los agentes de la Guardia Urbana Municipal (GUM), que acordonaban la zona y pidió no se identificado, y añadió: "El ingeniero nos dijo que hay riesgo de que se venga abajo de una de las paredes".
A su turno, el coordinador de Defensa Civil, Juan Chenevier, explicó que, en realidad, "no cayó nada al vacío" y que sólo se trató de "un riesgo potencial de que se caiga un trozo de mampostería. Por eso lo estamos evaluando con los administradores de la propiedad y una empresa de andamios para ver qué es lo que podemos hacer".
"Se desplazó un segmento en una azotea, que es más impresionante a la vista que lo que realmente representa el deterioro edilicio", abundó.
Una foto tomada por los vecinos alertó sobre la situación. Se la enviaron a la administradora del inmueble que tiene la rajadura en una de sus paredes y ella misma, después de pedir ayuda al municipio infructuosamente, compró cinta y cercó el lugar. La idea era impedir que los transeúntes pasen por le lugar que está justo debajo de la construcción en riesgo del derrumbe.
"Hablé con la gente del bar y les pedí que corrieran las mesas, entendieron lo que pasaba y me hicieron caso", explicó Estela, la encargada del edificio ubicado en Córdoba 1470 que, en la terraza que pertenece al departamento del piso 14, se encuentra la medianera que observa una profunda rajadura y, a todas luces, está en peligro de caer al vacío.
"Llamamos a una empresa para que levantara una protección, pero como el dueño está de vacaciones nos dijeron que no podían venir", siguió Estela visiblemente alterada por la situación, y con la voz entrecortada agregó: "Esta ciudad no está preparada para una emergencia y acá, si no se hace algo rápido, puede suceder una desgracia".
La gente que casualmente pasaba por el lugar se sorprendió frente al vallado que les impedía circular libremente. Levantaba la vista y trataba de ver qué pasaba. La GUM apostó una camioneta en la esquina con una dotación de agentes que se encargaron de evacula las consultas de los vecinos y ordenar la circulación. Alertaron a Defensa Civil para que evaluara los daños.