La Concejalía Popular de Rosario dio a conocer un relevamiento sobre el número de locales cerrados. Según el informe, hoy hay 3900 negocios que, producto de que los negocios que albergaban resolvieron dejar de funcionar, tienen las vidrieras vacías y colgado el cartel de "en alquiler". De junio del año pasado a la fecha bajaron las persianas unos 400 comercios.
El titular de la entidad, Nire Roldán, expresó su preocupación ante la situación que afecta a los dueños de los negocios tan como a los trabajadores, que inexorablemente pierden su empleo, le reclamó a los legisladores nacional y provinciales que congele los desalojos de los locales comerciales y pidió un subsidio para afrontar los altos costos de las tarifas.
"No es una novedad la cifra que arroja el informe, porque si uno recorre la ciudad puede ver que hay muchos locales emblemáticos desocupados", señaló Roldán hoy al programa "Una tarde perfecta", que se emite por La Ocho, y agregó: "La situación es muy pronunciada en el centro y en el macrocentro de la ciudad y sostenida en los centros comerciales barriales".
"Históricamente en Rosario había unos 600 o 700 locales que se desocupaban fruto de la mutación que se da en el comercio, pero cuando el número creció a 1200 allá por el año 2015, nos preocupamos muchísimo", recordó Roldán, y enfatizó: "Uno ve hoy la friolera de 3940 locales cerrados, son comercios que cierran o se van a los barrios".
Asimismo, indicó que los negocios que dejan los locales son, mayormente, pequeños en locales comerciales de pymes, almaceneros, quiosqueros y algún tipo de otros rubros que se van a centros comerciales de los barrios, abandonan el centro por la caída del mercado, el fuerte aumento de los alquileres y las tarifas, no pueden aguantar".
Roldán afirmó que "la especulación inmobiliaria está atada a que no todos los alquileres de los locales comerciales se hace en blanco, muchos tienen indexaciones en los contratos que son muy altas, imposibles de pagar por algunos comerciantes", y detalló: "Son unos 200 locales que están en esta situación, todavía no cerraron pero están con una crisis importante".
En ese sentido, aseguró que con la recesión actual explotó la burbuja que "ponía un valor comercial muy alto para tener una rentabilidad de algunos números que hoy son imposibles", y explicó: "Hoy hablar de alquileres de locales comerciales de 50, 60 o 70 mil pesos parece normal, pero hay que vender en un comercio para poder tener una renta que afrontar esos gastos".
"Todo esto se ve agravado porque se da en el marco de una destrucción del mercado interno, una apertura de las importaciones, un aumento de las tarifas a nivel nacional con la réplica local y con indexaciones en los contratos que son imposibles de afrontar", graficó el dirigente, sobre la crítica situación que atraviesa hoy el comercio local.
Finalmente, reclamó que se congele "todo tipo de desalojo de los locales comerciales o pyme, que debería ser una decisión nacional, pero que, en cada provincia, se puede tomar desde la Legislatura y hay que pedir un susidio para la energía para los pequeñas y medianas empresas y negocios", y concluyó: "Hay que decir basta a que sigan frenando locales comerciales".