El Ministerio de Salud provincial lanzó ayer en Rosario una campaña de fiscalización contra la proliferación de comercios que no están habilitados para expender medicamentos, debido a los peligros que esta venta implica a la seguridad sanitaria de la población. Pero, sobre todo, por la "inquietud" de los colegios de farmacéuticos de Rosario y Santa Fe, que detectaron un incremento de las ventas en comercios en distintos pueblos y ciudades de la provincia.
La campaña, bajo la consigna "Los medicamentos no son golosinas", arranca en Rosario junto con el Colegio de Farmacéuticos y el gobierno rosarino, y se replicará después en otras localidades santafesinas.
La directora de la Red de Medicamentos y tecnologías farmacéuticas, Elvia Gómez, indicó que "esta campaña tiene un fuerte sustento en la articulación con los gobiernos locales, dado que son ellos quienes tienen la potestad de inspeccionar comercios".
Si bien no existen estadísticas sobre el mercado negro, en la provincia los colegios farmacéuticos registraron un crecimiento de la venta de medicamentos en kioscos, supermercados y otros tipos de comercios.
Al ser consultada por LaCapital sobre si existe una mafia de los medicamentos en la provincia, Gómez sólo reconoció la existencia de un mercado negro. También señaló que muchos de los productos de venta libre —como puede ser ibuprofeno— llegan hasta el consumidor con mayor facilidad debido a que no existe un seguimiento de trazabilidad como ocurre con otras drogas consideradas más sensibles. De allí, podría ser, la existencia de una mayor porosidad para superar los controles y llegar más fácilmente a locales no habilitados. También del producido por los robos.
Fuentes del mercado consultadas reconocieron que en no pocos pueblos o ciudades del interior serían los propios comercios habilitados de esas localidades las que suministrarían a estos locales los medicamentos.
Gómez resaltó que la legislación provincial y nacional establece que "los medicamentos deben ser comercializados a través de farmacias habilitadas por las autoridades competentes (Inspección de Farmacias de la provincia de Santa Fe y Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, a nivel nacional) y cualquier infracción a ello es un delito regulado por la justicia federal".
Durante la presentación de la campaña realizada ayer, el secretario de Control y Convivencia Ciudadana de municipio, Gustavo Zignago, indicó que "hasta octubre del año pasado regía una ordenanza que establecía la prohibición de la venta de medicamentos por fuera de las farmacias, pero esa venta no traía aparejada una sanción en sí misma". Ahora, resaltó, "se anexó la penalidad y la sanción que establece multas".
El gobierno provincial también puso a disposición de la población un número telefónico al cual denunciar de manera anónima cualquier irregularidad detectada: 0800-222-2653.