"Hay que recordar que nosotros teníamos ahí un predio donde íbamos a hacer un desarrollo urbanístico de alrededor de 150 viviendas, de las que el año pasado terminamos de entregar 54", indicó Mosca, y agregó: "En 2012 tuvimos una intrusión, una usurpación del predio, y hubo que modificar el proyecto original y perdimos alrededor del 70 por ciento de los terrenos".
"La empresa que estaba construyendo y ya tenía la primera etapa muy avanzada cuando se vio forzada a hacer un cerramiento porque sufrían constamente robos de materiales", recordó el dirigente gremial, y siguió: "Con con el antecedente con la intrusión de todo el terreno corríamos el riesgo de que nos usurpen esas propiedades también".
"Nosotros ni pusimos ni sacamos el cerco, lo que sí hicimos fueron los reclamos pertinentes por la usurpación de los terrenos"
"Nosotros ni pusimos ni sacamos el cerco, lo que sí hicimos fueron los reclamos pertinentes por la usurpación, pedimos terrenos en compensación porque ni la provincia ni la Justicia pudo avanzar en esa cuestión", enfatizó Mosca, quien señaló que "una vez que las viviendas fueron adjudicadas quedaron en manos de los privados".
Mosca admitió que los vecinos, todos afiliados a UPCN, decidieron mantener el cerco "por una cuestión de resguardo de que ellos se sienten más seguros", y respecto del portón de acceso al barrio afirmó: "Está permanentemente abierto y si se cierra en algún momento eso se hace a altas horas de la noche".
Finalmente, contó que "a gente del barrio se siente más segura" con el cerco perimetral, y siguió: "No hay que olvidar que viven pegados con los mismos usurpadores de esos terrenos. Hasta la vida es llevadera y normal, pero se tomaron precaciones porque hubo hechos de inseguridad, que no escapan a toda la provincia ni a toda la ciudad, en unas zonas más, en otras menos".