Desbordados. Los directivos de los sanatorios de Rosario afirman que la atención
está saturada. Hay unas 1.500 camas privadas en toda la ciudad, pero no alcanzan y encima las salas
de espera están llenas de pacientes que padecen los tradicionales virus estacionales. A este
panorama hay que agregar una certeza desalentadora: los médicos sostienen que "el pico" de
enfermedades aún no llegó, por eso están echando mano, en la medida de lo posible, a internaciones
breves, extensión de horario de atención, agregado de profesionales y aplazamiento de
intervenciones quirúrgicas.
La alta demanda en los sanatorios comenzó a reflejarse ya
hace varios días. El presidente de la Asociación de Clínicas y del Sanatario Británico, Rodrigo
Sánchez Almeyra, no atribuye el suceso sólo a las gripes invernales sino a lo que representan los
sanatorios locales para los pacientes de las localidades vecinas. Para el médico, "Rosario es un
polo de atracción por su tecnología y alta complejidad. El Sanatorio Británico, por sólo citar un
ejemplo, tiene 143 camas y el 50 de sus pacientes es del interior. Y esto no parece que se fuera a
detener. La demanda es alta y contínua, hoy, por ejemplo, debimos posponer quimioterapias por falta
de camas; no es algo urgente, puede demorarse un día, pero sería mejor hacerlo en el tiempo
planeado".
Desde el Grupo Oroño, que nuclea al Sanatorio de Niños, al
Parque y al Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR), Eduardo Javkin también traza su análsis.
"Estos primeros fríos nos están haciendo trabajar a full, no damos abasto, sobre todo en el
Sanatorio de Niños. Las madres en general resuelven los cuadros sencillos, pero ahora, consultan
por las primeras líneas de fiebre de sus niños y asustadas por la gripe A y se satura la guardia y
los servicios de emergencia", señala el médico.
La postal que describe Javkin se reafirma en números. En el
Sanatorio de Niños el sábado se atendió a 280 pacientes, el domingo a 295 y el lunes a 377. "Las
cifras no son las comunes de esta época, se han multiplicado los casos", indica desde el efector,
Javier Escalante.
Algo similar sucede en la órbita pública. Durante el fin de
semana largo que pasó los dispensarios estuvieron cerrados, por lo tanto los pacientes se volcaron
al Hospital de Niños Vilela donde se atendieron 100 personas más cada día, según informó el jefe de
guardia, Néstor Baitman.
En el Sanatorio de la Mujer también están trabajando con
sus 88 camas "desbordadas". Así lo confirmó el gerente comercial Gustavo Milano. "Tratamos de dar
las altas lo antes posible sin descuidar la eficiencia y lamentablemente hemos tenido que negar
camas a los pedidos de emergencia y ambulancias", remarcó el directivo quien agregó que la guardia
de pediatría se encuentra con su capacidad al ciento por ciento.
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