A partir del 14 de junio se podrá ver en el Museo Marc una muestra que reúne parte de la obra de Hiram Calógero (1885- 1957), un fotógrafo que residió en Rosario y que planteó que las imágenes eran obras de arte, y como tal las realizaba. El rescate de su obra toma hoy un valor particular de la mano de los debates en torno a qué lugar ocupa la fotografía en el campo del arte contemporáneo.
Calógero nació en Córdoba pero desde muy joven se instaló en Rosario, donde se recibió de contador. Su profesión lo llevó a ocupar cargos públicos, incluso fue gerente del Banco de la Provincia de Santa Fe. Tuvo también un lugar importante en la masonería.
Pero junto a esta información biográfica aparece que Calógero "fue miembro fundador de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos en Rosario, promotor de la Federación Argentina de Fotografía, presidente de la Peña Fotográfica Rosarina, coautor de la técnica de gelozobromia, editor del único libro sobre procedimientos pigmentarios de fotografía en Argentina, fundador del primer Fotoclub de Rosario y colaborador de varias revistas fotográficas especializadas del país. Calógero también fue ganador y jurado de un sinfín de salones y premios fotográficos nacionales e internacionales. Además, es el único argentino que integra la colección de la reconocida Sociedad Francesa de Fotografía", detalla Francisco Medail, curador de Hiram Calógero. Fotografías a pincel, la muestra que inaugurará el 14 de este mes, a las 19.30.
Medail destaca que es muy breve la referencia respecto de su actividad como fotógrafo y se pregunta las razones. "Hiram Calógero fue un artista que hizo uso de la fotografía para producir sus imágenes. Especializado en la técnica del bromóleo, Calógero se inscribe en la tradición de los denominados fotógrafos pictoralistas, movimiento que basaba sus premisas en el principio de que una fotografía debía ser juzgada con los mismos parámetros que cualquier otro tipo de imágenes artísticas, como el grabado, la pintura o el dibujo. En oposición a los avances tecnológicos y la cada vez mayor fidelidad del registro de la cámara, el pictoralismo sostenía que la imagen fotográfica se había vuelto excesivamente real, lo cual hacía necesario apelar a la intervención personal del artista", explica el curador en el texto de la muestra.
Sin embargo, el triunfo del estilo purista opacó a los fotógrafos pictoralistas y la obra de Calógero quedó en el olvido, al igual que la de muchos de sus colegas. Por eso, al descubrir obra de este pionero del pictoralismo en la colección del Museo Marc, Montini decidió convocar a un curador para que investigue en torno a esta producción.
—¿Cómo llegan a Calógero?
—Tiene que ver con el trabajo de investigación del museo. Investigar es una de las tareas del museo. Se trata de un fotógrafo rosarino de mediados del siglo XX, de la primera mitad de ese siglo que se llamaba Hiram Calógero, trabajó en torno al arte y la fotografía, fue muy importante pero después quedó olvidado. El adhería a la fotografía pictoralista, experimentaba mucho con las fotos. Consideraba que la fotografía era una obra de arte, tal cual una pintura o un grabado. Por eso a muchas de esas obras él las firmaba. Fue muy reconocido en su momento, ganó muchos premios y participó como jurado en concursos, formó a mucha gente. Escribió un libro que se transformó en un manual sobre cómo tratar a la fotografía, desde distintas técnicas.
—¿Cómo descubren a Calógero?
—A través de la colección. Encontramos cinco fotografías de él en la colección. Las fue a comprar Julio Marc a una exposición que Calógero hizo en el Fotoclub en 1937, un hecho bastante raro. Y las compra para el museo. Eso nos llamó la atención y empezamos a investigar. Después entramos en contacto con el curador que ya tenía datos al respecto y formamos grupo de obra para lanzar esta exposición y dejarla abierta a los investigadores para que prosigan.
—¿Hay más fotografías de Calógero en Rosario? ¿serán expuestas?
—Sí, hay en colecciones privadas y en la Peña Fotográfica. Lo más llamativo es que no hay en museos de bellas artes cuando él consideraba que sus obras eran obras de arte. Esta exposición, en parte, se la dedicamos a Graciela Sacco, porque fue la primera que reivindicó el uso experimental de la fotografía. Ella leyó a Calógero, su libro. Graciela nos estimuló mucho a hacer esta exposición. Y otra vez esta cuestión de pasado y presente. Ahora tanto los fotógrafos como los artistas están experimentando todo el tiempo con técnicas sobre las imágenes y ya lo había hecho Calógero a principios del siglo XX. El fundó un estudio junto a otros fotógrafos que quedaron olvidados. El curador rescata la historia y les dedica la exposición a los compañeros de Calógero, de quienes se sabe aún menos. El triunfo de la fotografía mas documental, verista, arrasó con estos fotógrafos pictoralistas que hemos olvidado.
Data
Hiram Calógero. Fotografías a pincel, con curaduría de Francisco Medail, inaugura el jueves 14 de este mes, a las 19.30, en el Museo Marc. Luego se podrá visitar de martes a viernes, de 9 a 18, y sábados, domingos y feriados, de 15 a 19. En paralelo a la muestra "se realizarán seminarios de conservación fotográfica, se van a organizar visitas guiadas por distintos fotógrafos que van a ofrecer sus miradas sobre la obra de Calogero y seguramente uno de ellos será Norberto Puzzolo", adelanta el director del Marc, Pablo Montini. Se realizarán ademas charlas sobre coleccionismo y fotografía y un seminario que dictará Verónica Tell, historiadora del arte, especializada en fotografía antigua. "También vamos a trabajar con los niños en las vacaciones de invierno. Está programado un taller de rayograma, otro de fotografía estenopeica. Participará el colectivo de fotógrafos Camarón". La entrada a la muestra es libre y gratuita y el cierre está previsto para el 19 de agosto.