"Aún siguen matando a una mujer cada 30 horas. Eso muestra que pese a lo que hemos avanzado, todavía faltan políticas públicas para prevenir los femicidios", advierte Ada Beatriz Rico, fundadora y actual presidenta de La Casa del Encuentro, institución pionera en realizar informes estadísticos que dieran cuenta de la cantidad de mujeres asesinadas.
Hace 23 años, cuando no existía la figura legal del femicidio y los medios de comunicación hablaban de estos homicidios como "crímenes pasionales", un eufemismo que dejaba mejor parado al agresor, las mujeres de La Casa del Encuentro empezaron a escrutar los diarios de todo el país y a registrar a diario aquellos casos de muertes de mujeres en contexto de violencia de género, con la intención de visibilizar un fenómeno que demandaba una urgente atención del Estado.
En 2009 crearon el Observatorio de Femicidios en Argentina y lo llamaron Adriana Marisel Zambrano , una mujer asesinada en Palpalá el 13 de junio de 2008 por su ex pareja y padre de su hija. A José Manuel Alejandro Zerda lo condenaron a 5 años de prisión efectiva, ya que los jueces caratularon el caso como homicidio preterintencional, ya que consideraron que no había tenido intención de matar a su ex compañera.
El último informe del observatorio, difundido el viernes en consonancia con la 7ª marcha "Ni una menos", advierte que en el período del 3 de junio del 2015 al 27 de mayo de 2022 se produjeron 1.990 femicidios, 51 trans/travesticidios y 191 femicidios vinculados de varones en el país.
En esos siete años se registró una víctima cada 30 horas. El 35% fue asesinada por su ex pareja y en uno de cada cuatro casos estuvo involucrada un arma de fuego. Con 211 femicidios, Santa Fe es la segunda provincia del país con más mujeres asesinadas y la sexta en función de su cantidad de habitantes, con una tasa de 6,61 femicidios cada 100 mil habitantes.
Para Rico estos números hablan a las claras de que si bien en todo este tiempo hubo numerosos avances en las políticas públicas que buscan garantizar a mujeres y personas Lgbtiq+ el derecho a una vida libre de violencia. "Sobre todo faltan instrumentos para prevenir los femicidios", señala.
_Fueron pioneras en realizar estadísticas de femicidios. ¿Por qué consideraron importante registrar estos casos?
_Porque necesitábamos mostrar la magnitud que tenía este problema. En ese momento no existían estadísticas oficiales y sin esos datos es imposible hacer políticas públicas. Por otro lado, esta herramienta nos permitía instalar el concepto de femicidios que, en este momento, estaba más vinculado a la parte académica, incluso los medios de esos días hablaban de crímenes pasionales.
_¿Consideran que estos informes fueron escuchados?
_Creo que impulsaron la realización de estadísticas oficiales sobe el tema. Ahora nos gustaría que fueran un poco más realizas, porque se necesita aún mucha capacitación en el poder judicial para que cuando existe el asesinato de una mujer se lo pueda ver con perspectiva de género.
_Uno de los reclamos de la marcha Ni una Menos de este año advierte sobre el sesgo sexista del poder judicial. ¿Comparten este punto de vista?
_Tenemos un poder judicial patriarcal, por eso es necesario más capacitación y que se entienda de qué hablamos cuando hablamos de violencia de género. La Justicia no acompaña a las mujeres o las diversidades cuando hacen la denuncia.
_¿La ley Micaela no alcanza?
_ Sería suficiente si todos los sectores participaran de los cursos. En su momento no se pensó como una charla de capacitación, sino como un curso con una evaluación para ver qué habían asimilado quienes participaron de la actividad.
_¿Qué cosas cambiaron desde que empezaron a contar los casos de femicidio?
_Hay una toma de conciencia en la sociedad, también se ve cómo los periodistas empezaron a aplicar los términos correctos para visibilizar esta violencia. También se lograron muchas leyes: en 2009 la ley para erradicar la violencia contra las mujeres, una de las mejores de la región, en 2012, la ley de agravantes por violencia de género. También queda mucho por hacer.
_¿Por ejemplo?
_El hecho de que en estos últimos siete años hayamos tenido un femicidio cada 30 horas lo resume todo. Tenemos que profundizar en la prevención, trabajar en todos los rincones del país para que la información, la información y el acompañamiento lleguen a las mujeres. Es importante que los programas que se anuncian desde el Estado lleguen a todas las mujeres y diversidades. El programa Acompañar, anunciado el año pasado y que prevé el beneficio por seis meses de una jubilación mínima a mujeres en situación de violencia, no llega a todas las mujeres. En 2015 se creó por ley un cuerpo de abogados y abogadas para que brinden patrocinio jurídico gratuito a las mujeres, pero hasta hoy son poquísimos los profesionales.
El Observatorio de Femicidios “Adriana Marisel Zambrano” cuenta con el apoyo de Fundación Avon para la Mujer (FAM). "Hacer y llevar este trabajo adelante requiere de mucho esfuerzo mucho tiempo y requiere de muchos apoyos para que se sostenga y creemos importante apoyar este tipo de iniciativas que ponen luz sobre temáticas que duelen, pero que requieren de toda nuestra mirada y nuestro esfuerzo y que interpelen a la sociedad toda respecto de qué rol tiene que asumir para que esto deje de pasar. Por eso hace tantos años lo apoyamos, porque creemos que es una iniciativa que hace visible una realidad que siga requiriendo que nos involucremos", señaló Ana Inés Alvarez, directora ejecutiva de Fundación Avon.
Los números de femicidios, consideró, son historias de mujeres que no están. "Nos marcan que tenemos que seguir redoblando los esfuerzos, repensando qué es lo que falta hacer aún, en términos legislativos, de programas que es necesario ejecutar o repensar el alcance de algunos programas. Todo hay que mirarlo sabiendo que hasta que dejemos de morir a manos de la violencia machista todo nuestro esfuerzo tiene que ser sostenido y cada vez tiene que ser mayor", concluyó.