Si bien las restricciones a la circulación redujeron el número de siniestros viales, la participación de motociclistas en las colisiones sigue siendo muy alta e incluso creció durante la pandemia de Covid-19. Entre marzo y agosto del año pasado, quienes viajaban en moto representaron el 62 por ciento de los lesionados que ingresaron al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). En el mismo período de este año fueron el 65 por ciento. Para las asociaciones que trabajan en seguridad vial es necesario pensar acciones concretas para prevenir estos siniestros. Por ejemplo, la implementación de corredores seguros para motos.
Tal como publicó La Capital en su edición del lunes, las sucesivas medidas de aislamiento para evitar contagios de coronavirus tuvieron su efecto en los siniestros viales. El Heca atendió un 23 por ciento menos de pacientes politraumatizados en choques o atropellamientos entre marzo y agosto en comparación con los mismos meses del año pasado.
Abril fue el mes donde más se registró la disminución de pacientes, que bajó a un 72 por ciento, comparándola con el cuarto mes del 2019. Coincidió con los momentos más estrictos de la cuarentena: desde 1º hasta el 12 en todo el país se puso en marcha la fase dos (de aislamiento administrado) y después del 12 se pasó a la fase tres (de segmentación geográfica), que empezó a incorporar algunas aperturas en Rosario.
Desde entonces, en el hospital municipal empezó a crecer la cantidad de pacientes asistidos por colisiones en la vía pública. Es más, en julio y agosto superaron los ingresos de 2019.
En medio de ese panorama, la asistencia a motociclistas representó el 65 por ciento de las atenciones por siniestros viales que se realizaron en el Heca entre marzo y agosto. El año pasado, la proporción de personas que viajaban en moto asistidas fue del 63 por ciento; dos puntos menos. En cambio, bajó del 14 al 11 por ciento el porcentaje de automovilistas atendidos comparando los mismos meses de los últimos dos años.
"Aún durante la pandemia hubo un aumento notable de siniestros viales en moto", consideró la referente de Compromiso Vial, Mariana Sena, y destacó que este incremento se relacionó también con el mayor uso de motos y bicicletas desde el comienzo de la crisis sanitaria.
Vulnerables
"Justamente por la pandemia se desalentó y desaconsejó el uso del transporte público y hubo una creciente utilización de motos y bicicletas. La mayoría de las lesiones se producen en conductores de este tipo de vehículos, lo que muestra que claramente el Estado falló en la prevención y cuidado de las personas a quienes alentó a usar medios individuales de transporte, sin velar en absoluto por su seguridad: brindando mayor control, adecuando y mejorando las vías y movilidad", explicó.
Más que nunca, durante la pandemia, "quedó en evidencia que en el diseño urbano las motos no tienen un lugar seguro por dónde transitar", dijo y consideró que así como se priorizan carriles exclusivos para el transporte urbano de pasajeros y se extendió la red de bicisendas, "las motos deben estar más incluidas en el diseño y señalización de tránsito".
El problema de la alta siniestralidad de quienes viajan en moto no es sólo local, pero se incrementa en las ciudades como Rosario, donde el uso de este vehículo está tan difundido. De acuerdo al último reporte de siniestralidad realizado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (que abarca el período del 13 de abril al primer día de noviembre), en la provincia de Santa Fe fallecieron 117 personas en siniestros viales. El 45 por ciento eran personas que viajaban en moto.
"Si la movilidad en moto es la que más muertes provoca, entonces, ¿no debería el Estado anticipar esto y generar acciones concretas para que la gente no se muera o lesione como lo está haciendo?", se preguntó Sena. Y consideró como parte de estas estrategias, mayores exigencias al momento de la obtención del carné de conducir, controles en el uso de los elementos de seguridad y la posibilidad de establecer carriles exclusivos para motos y motocicletas, como una solución para ordenar el tránsito y bajar la siniestralidad en las calles.