Un grupo de músicos rosarinos marchó ayer por el centro de la ciudad reclamando el esclarecimiento de la muerte de Adrián Rodríguez, el bajista de Raras Bestias, quien hace poco más de un mes recibió una descarga eléctrica mortal en pleno show en el Café de la Flor. En la manifestación también se expresó un enfático pedido de mejores condiciones de seguridad para todos los artistas de la zona.
El caso de Adrián fue tomado como ejemplo, como auténtico símbolo, como bandera de una búsqueda que todavía no encuentra explicaciones, ni respuestas, en los estamentos oficiales.
"Seguimos reclamando justicia por Adrián. Sabemos que la fiscal está moviendo la causa pero hasta el momento hay un sólo imputado, que es el dueño actual del café, con la carátula que es homicidio culposo. Eso lo está manejando la familia de Adrián y con eso no tenemos mucho contacto. Pero nosotros, como músicos autoconvocados, queremos que este reclamo no quede en la nada, queremos que esto no se vuelva a repetir, queremos justicia por nuestro amigo", exigió Rocío Arpires, la mujer del cantante de Raras Bestias.
Y agregó: "En el café sabían que había problemas eléctricos los días anteriores, y no hicieron nada para resolverlo. Queremos que el responsable pague por esto".
Los músicos se movilizaron hasta la Municipalidad porque entienden que "como gobierno local, ellos tienen la responsabilidad de darnos seguridad en los lugares habilitados".
El encuentro comenzó alrededor de las 18 en la plaza Pringles. Desde allí se trasladaron hasta la plaza 25 de Mayo, donde antes de las 20 volvieron a exhibir carteles y remeras con la inscripción "Adrián por siempre", frente a la Municipalidad. "Los micrófonos no matan, la avaricia sí", rezaban unas telas que resumían la esencia de la protesta.
Más allá de la tremenda resonancia que alcanzó el fatídico episodio, no hubo ninguna clase de respuesta. "Hasta ahora nadie se contactó con nosotros o con la familia. Tampoco el Sindicato de Músicos, que sabemos que tenía una especie de convenio con el café. Ellos salen a hablar con los medios, pero no son capaces de hablar con nosotros", remarcó Rocío.
Adrián falleció en la madrugada del 12 de octubre. En plena función sobre el escenario del Café de la Flor, trató de salvar al guitarrista de la banda de una falla eléctrica, pero ese intento se transformó en un instante fatal. En las primeras averiguaciones se supo que estaba desconectado un disyuntor. Desde ese momento, el bar se encuentra clausurado, con las puertas cerradas.
"Queremos seguir haciendo ruido. Para que la causa de nuestro amigo Adrián no quede en la nada. Para que de una vez por todas las condiciones de seguridad de los músicos empiecen a cambiar", subrayó Arpires.