El director del Policlínico Pami II, Sergio Monserrat, aseguró ayer que frente a la eventual escasez de barbijos para el personal de salud con los estándares de bioseguridad recomendados por la OMS, "no existen soluciones mágicas e instantáneas".
"Se esta trabajando contrarreloj para lograr que todo el personal de salud cuente con los elementos adecuados", indicó el médico a La Capital.
Monserrat respondió de esta manera a las críticas realizadas por el médico Daniel Mettifogo, quien grabó en las últimas horas un video en WhatsApp en el que denunció que "los profesionales de la salud morimos porque no tenemos elementos de protección como los (barbijos) N-95".
"Es una realidad en todo el país y en el mundo que hay faltantes de elementos de protección para el personal de salud. Pero el problema no se debe a que el «gobierno ineficiente e insensible» no se los quiere entregar, como lo quieren hacer ver algunos medios de comunicación", dijo Monserrat.
Y agregó que la razón es que "ante la excepcional demanda debido a esta pandemia se han agotado los stocks nacionales, esta es la causa principal de la falta en algunos efectores".
El director del centro de salud de barrio Arroyito aseguró además que "inclusive empresas multinacionales como 3M (barbijos N95 por ejemplo) han dejado de proveer en los volúmenes acostumbrados a Latinoamérica para derivar su producción a países centrales del Hemisferio Norte".
Tras señalar que ante esta situación "se han tomado medidas de emergencia como ir a buscarlos a China, se tomaron medidas para incentivar la producción nacional".
"No existen soluciones mágicas e instantáneas, ante esta situación excepcional se esta trabajando contrarreloj para lograr que todo el personal de salud cuente con todos los elementos de protección", dijo el director del Pami II.
Asimismo, Monserrat expresó que como medida de emergencia, "se han incorporado los de producción artesanal, que no tienen todas las especificaciones que exigen las normas de bioseguridad, pero no dejan de ser un elemento más que ayuda, no es lo ideal pero transitoriamente es lo posible en lo inmediato, hasta que lleguen los insumos con las especificaciones adecuadas".
El médico generalista rosarino subrayó que "las alternativas serían brindar el servicio sin ningún elemento de protección o, peor aún, dejar de brindar el servicio de salud hasta que lleguen los insumos adecuados de protección personal, lo cual implicaría cerrar los efectores y dejar sin ningún tipo de atención a la población", y alertó que "ambas alternativas son descabelladas e inaceptables".