Entre las 24 y las 7 de la mañana, en la Terminal de Omnibus Mariano Moreno no hay inspectores de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y no se fiscaliza el estado general de los micros que parten en esos horarios. Para controlar los 500 vehículos que diariamente llegan o parten de la terminal local, el organismo cuenta con seis agentes. Entre las infracciones que se detecta con mayor frecuencia, los neumáticos gastados encabezan la lista.
Ayer por la mañana, un micro de la empresa General Urquiza que volvía de Córdoba provocó un choque en cadena en la autopista, casi llegando a avenida de Circunvalación. Aparentemente, el siniestro se produjo por una falla en el sistema de frenos del micro (ver aparte).
En la terminal. "Estamos intensificando los operativos de control y haciéndolos más eficientes", destacó el delegado de la CNRT, Hernán Nacuzzi, al repasar las estadísticas de la oficina encargada de controlar y fiscalizar los servicios de transporte de jurisdicción nacional. Y consideró que "si bien los colectivos de larga distancia son unidades que tienen mucho desgaste, su estado general es bueno".
De acuerdo a las estadísticas de la terminal, por sus 50 plataformas pasan diariamente un promedio de 657 micros que trasladan a 26 mil pasajeros. Enero es el mes más demandado: 24.256 micros salieron o llegaron a la estación durante el año pasado, alrededor de 800 por día. Para controlar todo ese movimiento, en la delegación local de la CNRT trabajan ocho inspectores, de los cuales dos están abocados a operativos en las rutas. Lo que deja apenas seis personas para las tareas en los andenes de la terminal.
Aún así, de acuerdo a los datos de la oficina, por día se controla el estado de unos 90 micros, escogidos al azar o a partir de denuncias de los pasajeros. El diez por ciento de esas auditorías termina en un acta de infracción. Los principales motivos tienen que ver con desperfectos como neumáticos lisos, vidrios con rajaduras, falta de limpieza o fallas en la confección de la libreta de trabajo, donde se asienta las horas de descanso de los choferes.
El esquema de trabajo "abarca sólo los horarios con mayor movimiento", reconoció el delegado del organismo nacional. El cronograma arranca a las 7 de la mañana y se extiende hasta las 24.
Las inspecciones posan la atención sobre el descanso de los choferes, el estado de neumáticos, luces y parabrisas, presencia de matafuegos y funcionamiento del tacógrafo. El control sobre el tren delantero, luces y sistema de frenos, entre otros puntos, los realizan los talleres habilitados por la Consultora Ejecutiva Nacional de Transporte (Cent). La revisión de los colectivos que prestan servicios de larga distancia se realiza cada seis meses. De acuerdo a la base de datos de la Cent, el coche que desató el accidente de ayer había cumplido con la revisación técnica el 29 de abril, y se encontraba apto para circular hasta el 29 de octubre.