La bala que mató a Marcelo Flavio Giménez el 7 de octubre pasado en Travesía al 400 fue percutada por una de las armas utilizadas en el atentado a la casa del gobernador cuatro días después. La comprobación es inequívoca y surge por comprobar las estrías de los proyectiles levantados en ambas escenas criminales, que son idénticas, lo que acerca a ambos hechos a un mismo autor o, por lo menos, al portador de la misma arma.
El acusado de matar a Giménez, un ex convicto de 51 años, es Brian González, alias "Gordo Brian", y está sospechado de haber participado activamente en el ataque al domicilio del gobernador. El jueves, la Brigada Operativa de la División Judicial lo buscó en la casa de un familiar en Malvinas al 200, de Granadero Baigorria. Su domicilio es Cullen al 900 bis, en Empalme Graneros, donde en abril pasado hubo un asesinato.
Los investigadores del caso se abocan ahora a analizar en detalle la ventana de cuatro días que va desde el asesinato de Giménez hasta la balacera contra el domicilio de Bonfatti. Creen avanzar en la resolución del círculo que produjo este ataque: un grupo que gira en torno a Brian, que es un hombre conectado a Pillín Bracamonte, líder de la barrabrava de Rosario Central, y a miembros de la banda de Los Monos.
Pero resta adentrarse en el campo más escabroso: el de los ideólogos del atentado. La tesis de la investigación policial apunta a organizaciones narcocriminales que se apoyan en bases policiales. Pero para sectores del gobierno y el Poder Judicial, entre los instigadores puede haber franjas policiales, aún no determinadas en su identidad.
Se analiza la posibilidad de una escalada que se inició con las amenazas al ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, y el juez Juan Carlos Vienna el 14 de junio, se adensa con un mensaje intimidatorio de significativo contenido recibido por el secretario de Seguridad, Matías Drivet, el 5 de septiembre, y llega a su coronación con el ataque a Bonfatti de hace 15 días.
El mensaje recibido por Drivet tiene toda la apariencia de contener información de origen policial. Ese texto describe los grupos familiares del jefe de policía provincial, Omar Odriozola, y del subjefe, Raúl Ardiles. Y hace referencia a un perturbador episodio ocurrido en casa del chofer personal de Ardiles.
Este sufrió la violenta visita de dos hombres que no le robaron nada. En el mensaje recibido por Drivet decía: "Al rati que agarramo en casa con la mujer lloraba y le perdonamo". Esa alusión es al hecho del chofer de Ardiles, que en el mensaje está incluso mencionado por su apellido. El hecho no se denunció, según el Ministerio de Seguridad, porque la mujer de este policía estaba en mitad de un tratamiento de fertilización y se buscó no exponerla a nuevas situaciones emotivas.
Hay una teoría esbozada sobre los autores materiales del ataque a Bonfatti. La misma arma usada en el crimen de Giménez y en el atentado es una prueba objetiva por la pericia balística. Pero la pistola no fue encontrada. Hay tres personas detenidas a las que se supone del entorno del Gordo Brian que es, según la acusación, el matador de Giménez. Pero sobre los autores ideológicos todavía se ciernen los mayores enigmas de esta investigación aún en inicios.