Llegó camuflado bajo una gorra roja y negra, pero apenas comenzó a tomar el
examen de conducción a los motociclistas, empezaron las fotos y los abrazos. Marcos Di Palma pasó
ayer por la Dirección de Tránsito de Moreno y 27 de Febrero para cumplir una parte de la sanción
que le impuso la Justicia por aterrizar con una avioneta en el aeropuerto de Fisherton y no contar
con la licencia correspondiente. "Cada tres días mueren 80 personas en el país por accidentes. Hay
mucha imprudencia, en la ruta te pasan los autos importados a 180 y nadie dice nada",
reflexionó.
El 18 de junio de 2003, Di Palma aterrizó de emergencia en el aeropuerto de
Rosario con un avión bimotor. Carecía de licencia reglamentaria y fue denunciado por el Estado. La
defensa del Loco solicitó ante el tribunal cumplir tareas comunitarias.
Así, la sanción fue fijada en 144 horas de tareas comunitarias para concientizar
a la población sobre las leyes de tránsito y también quedó habilitado para contribuir en la toma de
exámenes para el otorgamiento de carné para conducir motos y autos. Ayer fue la quinta vez que
Marquitos vino a cumplir con su sanción.
"¡Mirá quien vino!". En la larga hilera de aspirantes a obtener el carné para
motos, las caras de nerviosismo eran inocultables. Pero apenas identificaban quién era la persona
con gorra roja y negra, jean y buzo negro que estaba junto al inspector, estallaban las risas y el
cholulismo.
"¿A que no sabés quién me va a tomar el examen?", vociferó la joven por el
celular mientras se comía las uñas. La hilera de aspirantes se disolvió y, en el medio del fervor,
Di Palma sonrió para las camaritas de los celulares.
Minutos después ya estaba evaluando a una chica que tenía que hacer zig zag
entre conos naranjas como parte del test.
"La verdad es que trabajamos mucho, me gusta lo que hago y me llevo muy bien con
los muchachos", dijo el sonriente piloto de automovilismo.
En el medio de la excitación por la presencia del mediático piloto, hubo tiempo
para la reflexión. "Lo importante es que acá se hace el examen, en cambio en los pueblos te lo dan
y listo, porque son amigos. Es una situación peligrosa, porque hay que generar conciencia en la
gente", lanzó con tono serio.
En su repaso de las faltas más comunes, ubicó la alta velocidad, poco uso del
cinturón de seguridad, doblar sin el guiño y no usar casco en motos.
—¿Por qué pensás que se producen tantos accidentes?
— Por imprudencia. La gente piensa que no va a pasar nada pero todos
podemos padecer un accidente.
Di Palma sonríe dentro y fuera del foco de las camaritas de los celulares
"Todavía no boché a nadie en el examen, el nivel es bastante bueno. Hay algunas chicas que las
reprobaría para que volvieran", dice sonriendo.
Son las dos de la tarde y después de un apretón de manos con los inspectores se
subirá a su camioneta para volver a Arrecifes. Se va con la promesa de regresar la semana
próxima.Todavía tiene pendiente un asado con los inspectores y más horas de probation.