En marzo estuvieron fatales y los expertos calmaban los ánimos de los picoteados advirtiendo que lo único que podía paliar la invasión de mosquitos es el descenso de la temperatura y la escasez de lluvias. Ahora, más de un mes después la mosquitada parece que contrataca y goza de buena salud a la intemperie y también en cada rincón de la ciudad. Pero no, nunca se fue. Y malas noticias, si no baja la temperatura o si llueve, no se irán los charqueros y los culex que son los que fastidian en estos días, pero sin transmitir el dengue. Algo más, a no esperar más fumigaciones porque "bandearse" con esta acción, perjudica a otras especies que se alimentan de mosquitos como alguaciles, arañas y anfibios.
Así lo aseguró desde Control de Vectores del municipio, Carlos Tasinato. Le explicó a La Capital que ambas especies de mosquitos, científicamente conocidas como aedes albifasciatus y culex quinquefasciatus respectivamente, "son muy resistentes". Y que "exagerar con la fumigación" puede ser contraproducente.
"Se corre riesgo de que se maten a otras especies y que el mosquito siga en pie porque esta humedad y temperatura lo beneficia", aseguró el funcionario.
Tasinato dice que el culex es de presencia prolongada y se queda todo el año en los sumideros y zanjas de los barrios, "que no deberían tener agua". Y el charquero, el amarronado y rubio que nos tuvo a maltraer todo el verano, y sobrevive a pesar de la época. "Pero con la llegada del frío se reduce la población", adelantó Tasinato.
>>>Leer más: Por qué hay tantos mosquitos en Rosario y cuándo se van
La afirmación hace enfocar el interés en los especialistas que analizan el tiempo y aseguran que los pronósticos de lluvia en las próximas horas siguen vigentes si bien las lluvias anunciadas para ayer viernes gambetearon la región.
El metereólogo jorge Fusco adelantó en LT8 que estaría ingresando un frente frío desde el sur. "El descenso de temperatura y el otoño vienen en camino", dijo creando algo de ilusión para los fastidiados rosarinos y rosarinas que revolean lo que pueden para quitarse a los mosquitos de encima.
Mariposas, luciérnagas y chinche
Tasinato dijo que los espacios públicos comienzan a fumigarse por parte del municipio en agosto porque es allí cuando los mosquitos están larvados. Y ante la posibilidad de que la acción mate a otras especies, se le preguntó al funcionario si es la razón de la desaparición de luciérnagas y mariposas en la ciudad.
"Es posible, pero es una cuestión más regional relacionada con la agriculturización de la región: ya ni vacas hay y las empresas lácteas deben ir a buscarlas cada vez más al norte de la provincia _ironizó Tasinato_ Lo que sí apareció con la soja es la chinche verde".