Una multitud estimada en unas 120 mil personas participaron esta noche en Rosario del tradicional Vía Crucis encabezado por el padre indú Ignacio Peries, a quien se le atribuyen poderes sanadores y convoca desde hace años a miles de fieles en la parroquia Natividad del Señor, en barrio Rucci.
Según estimaron fuentes policiales en diálogo "entre 100 y 120 mil personas" recorrieron seis kilómetros en lo que se recrearon las 14 estaciones de la Vía Dolorosa de Jesús.
Durante la jornada de hoy, los fieles procedentes de distintos puntos del país, del Uruguay, Chile, Paraguay y Brasil se congregaron frente al templo parroquial Natividad del Señor, ubicada en Mena 2284, al noroeste de la ciudad, para participar de la ceremonia que comenzó a las 20.30 horas.
Los promesantes recorrieron las estaciones de la vía dolorosa, acompañados por tres grandes cruces de madera, que fueron establecidas en distintos lugares del barrio, mientras se escuchaban los rezos y meditaciones del padre Peries.
Las alternativas del Vía Crucis fueron seguidas a través de radio Dos de Rosario, mientras numerosos vehículos acompañaron la marcha llevando personas con problemas de salud y con discapacidades físicas.
La procesión concluyó en la intersección de Palestina y Camino de los Granaderos, en proximidades de una gigantesca cruz, desde donde el padre Peries pronunció una breve homilía e impartió la bendición desde un escenario montado especialmente.
Más de un millar de efectivos policiales, personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM), de la Cruz Roja, y Médicos y enfermeros del Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies), prestaron asistencia a la multitud junto a 800 servidores de la parroquia.
El carisma del padre Peries hizo que este Vía Crucis creciera hasta dimensiones impensadas por el propio arzobispado de Rosario, que varias veces no acompañó esta manifestación de fe popular.
En la primera convocatoria congregó unas 500 personas, la segunda 1.500 y de la tercera participaron más de 5.000 peregrinos; desde entonces, la asistencia de los fieles fue en constante aumento, incluso en 2008, cuando la ceremonia se realizó bajo una lluvia torrencial y en 2009 convocó a más de 250 mil personas, todo un récord.
La parroquia Natividad del señor es receptora de una de las manifestaciones de fe católica más trascendentes de nuestro país y cada fin de semana o celebraciones religiosas especiales, decenas de miles de personas buscan las bendiciones y las imposiciones de manos del padre Ignacio por problemas de salud o de trabajo.
Sin embargo, el propio sacerdote dice no se considera un sanador sino simplemente un hombre que transmite la voz y el designio de Dios: "Dios está detrás mío, usándome como su instrumento".