Quieren barajar y dar de nuevo. Titulares y peones de taxis rechazaron ayer el estudio de costos
recientemente realizado por el Palacio de los Leones, que eleva la tarifa de la prestación un 15
por ciento, y pidieron a la Secretaría de Servicios Públicos municipal que los convoque a la
brevedad para delinear en forma conjunta una proyección de valores más actualizada.
“El estudio de costos que realizó el municipio es previo al receso
invernal en el Concejo (que desanda la segunda y última semana), mientras que el nuestro data de
tres meses y los insumos aumentaron mucho”, explicó a La Capital Mario Cesca, referente de la
Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti).
El intendente Miguel Lifschitz había admitido hace casi una semana que
la tarifa de taxis podía llegar a subir un 15 por ciento en función del estudio diseñado por su
administración.
No obstante, el análisis de valores debe pasar todavía por la comisión
de Servicios Públicos del Palacio Vasallo. Y, de atravesar ese tamiz, encarar su tratamiento en el
recinto de sesiones.
Por eso Cesca, tras deliberar junto a sus pares de radiotaxis, del
Sindicato de Peones (SPT) y de la Asociación de Conductores (ACT), confirmó el rechazó al
porcentaje adelantado por Lifschitz, no sin dejar de apostar al diálogo con el municipio para un
futuro cierre de números.
Al desfasaje entre los costos del servicio y el valor del viaje el
dirigente le sumó el aumento salarial ya acordado con los peones. “No aceptarán menos de 25
por ciento de incremento”, alertó. El convenio colectivo fija un salario de 8.400 fichas para
los choferes.
Desde Catiltar, la otra cámara que agrupa a titulares de licencias, José
Tornambé reconoció: “El desfasaje es terrible. Si sigue la inflación, no se cuánto tiempo más
lo soportaremos”.
Si bien existe malestar por la demorada elaboración del estudio frente
la suba experimentada por los insumos, como el gas natural comprimido (GNC), y los seguros, el
sector se inclinará por aceptar el aumento tarifario que termine aprobando el Concejo y, llegado el
caso, planteará otro reclamo en esa línea en los próximos meses.
Para Tornambé, tampoco es un hecho menor que los taxis no estén
subsidiados. “Hablamos de un servicio público al que hay que proteger como a los
ómnibus”, argumentó.
El último aumento debutó en noviembre de 2009 con una bajada de bandera
a 3,60 pesos y la ficha a 17 centavos cada cien metros. Y un adicional de 80 centavos por el
servicio de radio llamada.
También entró en vigencia una tarifa para los fines de semana, de 22 a
6, con la bajada de bandera a 3,90 pesos y una ficha a 19 centavos.
Por su parte, para los remises la bajada de bandera pasó a costar 5,10
pesos y la ficha 20 centavos. l